Muere un menor en Monte Perdido (Huesca) al caer en una grieta
- El menor participaba en una excursión con un grupo de jóvenes
- El cadáver fue rescatado por el Grupo de Rescate de la Guardia Civil
- La recuperación del cuerpo fue muy complicada
Un menor ha muerto en el Parque Nacional de Monte Perdido (Huesca) al caer en una grieta, mientras participaba junto a otros chicos en una excursión, según ha informado RNE. El resto de excursionistas ha sido evacuado de la zona.
ElDiario del Alto de Aragón informa de que el joven podría tener unos 17 años y asegura que su cadáver fue rescatado por el Grupo de Rescate e Intervención en Montaña de la Guardia Civil con sede en Boltaña, en cuyo depósito está desde anoche.
Según este periódico, el suceso tuvo lugar en torno a las 16,50 horas de la tarde de ayer, cuando el joven, que integraba un grupo de 21 excursionistas catalanes, cayó en una ¿rimalla¿, un fenómeno geográfico que se produce cuando la nieve cubre las grietas y llega hasta la zona de la pared.
Otros dos jóvenes también cayeron pero pudieron salir por su propio pie, aunque tenían contusiones. Ellos dieron la voz de alarma y los cuatro monitores que acompañaban al grupo se pusieron en contacto con el 112 para que se iniciara el dispositivo para rescatar al accidentado, que no daba señales de vida. Trasladaron al resto de excursionistas hasta el refugio de Góriz, próximo al lugar del siniestro.
El Grupo de Rescate de la Guardia Civil nada pudo hacer por la vida del adolescente
Cuando se personó el equipo de rescate e intervención en montaña de la Guardia Civil, pudo constatar ya en su primera comprobación que el menor yacía sin vida en la grieta, seguramente atrapado por la angostura del espacio.
Inmediatamente, los efectivos de la Benemérita, con el apoyo del helicóptero de la UHEL con base en Benasque, inició las labores para intentar el rescate del cadáver, por un lado, y para desalojar a los menores y los monitores, que se encontraban en un estado de shock. La noche se echó encima y tan sólo pudieron llevar hasta Torla, donde el Ayuntamiento habilitó un espacio, a once de los chavales, mientras el resto pernoctaba en Góriz.
Aunque la recuperación del cuerpo sin vida del joven fue laboriosa ya que exige afianzar bien los anclajes y evitar que pueda quedar atrapado por la grieta, finalmente a última hora pudieron llevarlo hasta el depósito de Boltaña.