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Zapatero niega haber engañado sobre la crisis y acusa a Rajoy de "demagogia"

  • El presidente recuerda que el PP varió sus previsiones económicas cuando gobernaba
  • Insiste en contraponer una política socialdemócrata a otra "de derechas y neoliberal"
  • Le reprocha que no haya propuesto medidas concretas y se haya limitado "a leer un papel"
  • Reconoce la "brusca desaceleración" de la economía, que vivirá "un crecimiento debilitado"
  • Inyectará 9.000 millones de euros a las familias y 15.000 millones a la construcción
  • Repase su intervención minuto a minuto

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Comparecencia íntegra de Zapatero en el Congreso

Pese a los malos datos -el último, el del paro-, la situación económica actual sigue siendo una "brusca desaceleración" para el presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, que se ha encontrado un Congreso de los Diputados especialmente escéptico ante su capacidad para salir de la crisis, especialmente en la bancada 'popular' liderada por Mariano Rajoy.

El presidente se ha defendido de las críticas de los grupos parlamentarios, que le reprochan haber infravalorado la situación de la economía, y se ha mostrado especialmente molesto por la acusación de Rajoy de haber engañado a los españoles.

"No se lo admito ni se lo admitiré jamás", le ha respondido enfadado en la réplica conjunta a todos los grupos.

Como es costumbre, Zapatero ha echado mano a la hemeroteca para defenderse y ha recordado que el gobierno del PP modificó en hasta seis ocasiones sus previsiones de crecimiento en 2001, así como las variaciones en las previsiones realizadas por diferentes organismos internacionales sobre la evolución de la economía española.

"Se trata de previsiones económicas que se varían razonablemente", ha defendido el presidente, que ha acusado a Rajoy de hacer "demagogia y engañar a la gente".

En un tono duro contra el jefe de la oposición, Zapatero le ha reprochado que se haya limitado "a leer un papel" sin proponer medidas concretas contra la crisis y le ha acusado de "tener una cierta tendencia de buscar excusas para sus derrotas electorales".

Batalla ideológica

Zapatero ha hecho una encendida defensa de la política "socialdemócrata" realizada por su gobierno, en clara contraposición a la realizada por el gobierno de Aznar, al que le ha reprochado, entre otras cosas, el decretazo, la inversión en I+D+I, congelar los salarios o no subir las pensiones. 

"Tanto viajar a tantos sitios y al final van a perder el sentido de las ideas", ha bromeado el presidente para añadir que "claro que existe una política económica de derechas y neoliberal". 

El presidente ha querido elevar a un plano 'ideológico' las medidas del gobierno contra la crisis.

"Cuando las cosas han ido bien o muy bien el gobierno aplicó una gestión socialdemócrata del crecimiento económico, ahora que las cosas van menos bien también aplicaremos una política socialdemócrata para ayudar a los que están en peor situación", ha subrayado ante los aplausos de la bancada socialista, más animada ante lo que su líder no va a hacer que con las medidas reales que ya ha tomado.

El origen, fuera de nuestra fronteras

El presidente ha detallado sin complejos los últimos datos macroeconómicos, a los que ha calificado de "cifras todas ellas negativas". Con todo, se ha mantenido en el terreno semántico ya conocido al habrar de "brusca desaceleración" y "empeoramiento" de la economía.

Sin embargo, en este caso el presidente ha dibujado con trazos más claros lo que ha ocurrido en el último año, recordando que hace 12 meses el petróleo estaba a la mitad de precio, la inflación era casi tres puntos más baja y el Euríbor se mantenía en una senda razonable.

Para el gobierno, el origen de estas causas está más allá de nuestra fronteras, sobre todo en el precio del petróleo, cuyo incremento ha costado a todos los españoles unos 14.000 millones de euros en el último año.

Áún así, ha reconocido que el ajuste del sector de la construcción en España es más profundo que en otros países y que el diferencial de inflación con la eurozona también se debe a problemas de competitividad en el sector servicios.

"La responsabilidad del Gobierno de España se mide por las dificultades que sufren sus ciudadanos", ha intentado dejar claro en todo momento, a pesar de que no ha dudado en recordar datos como que la renta per cápita española ya ha superado a la italiana o la mejora de la cifra de productividad en los últimos años.

"Medidas ambiciosas"

El diagnóstico ha sido más crudo que en otras ocasiones, mientras que le programa de ayudas que se aplicará ha sido más concreto y ajustado a plazos que en otras ocasiones.

Para Zapatero, no es cierto que su gobierno haya reaccionado tarde a la crisis, antes al contrario: "Ningún país europeo ha adoptado medidas tam ambiciosas como las que se han tomado en nuestro país", ha llegado a asegurar.

Estas medidas han sido clasificadas en tres ejes: las destinadas a las familias, las dirigidas al tejido empresarial y las que pretenden cambiar el modelo productivo.

En las primeras, el presidente ha incluido la famosa medida de los 400 euros, así como la bajada del impuesto de patrimonio y la deflactación del impuesto de la renta. En total, 9.000 millones de euros para las familias con el objetivo de paliar el impacto del precio de los carburantes y los alimentos.

Sobre las iniciativas en relación con los empresarios, el presidente ha recordado lo afirmado ante el Consejo Económico Social en su informe económico, con especial hincapié en las ayudas al sector de la construcción, que ha cifrado en 15.000 millones de euros para 2009 y 2010.

En cuanto al cambio de modelo productivo, además de las conocidas y anunciadas sobre educación e I+D+I, Zapatero ha insistido en la inversión en infraestructuras, la gestión privada de los aeropuertos y las medidas para incrementar la competencia en el sector servicios.

Todas estas medidas saldrán del superávit de las cuentas públicas, cuyo aminoramiento ha reconocido por el descenso de la actividad económica y, sobre todo, por las medidas destinadas a reactivar la economía y mantener los compromisos sociales del ejecutivo.

"Hemos ahorrado cuando debíamos y ahora tenemos para afrontar las dificultades", ha subrayado orgulloso Zapatero.