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Un duro golpe para las FARC

  • Con el rescate del grupo de Betancourt, las FARC pierde a sus rehenes más valiosos
  • Este año ha perdido a su líder y fundador, 'Tirofijo' y a su número dos, Raúl Reyes
  • A la guerrilla sólo le quedan 25 de los 60 rehenes 'canjeables' que tenía al principio

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Informe Semanal - El 'annus horribilis' de las FARC

El espectacular rescate de Ingrid Betancourt y otros 14 secuestrados por las FARC, en plena selva colombiana, ha supuesto un duro varapalo para la guerrilla colombiana. El grupo terrorista más antiguo del mundo pierde así a sus rehenes más valiosos para negociar futuros canjes de presos.

El Ejército, sin disparar un solo tiro, ha logrado infiltrarse en el corazón de la guerrilla para liberar a la ex candidata presidencial, a tres contratistas estadounidenses y a otros once suboficiales de la Policía y del Ejército. Todo un golpe de efecto a favor de la política de "seguridad democrática" del Gobierno de Álvaro Uribe.

"Es una operación sin precedentes que pasará a la historia por su audacia", ha afirmado el ministro de Defensa, Juan Manuel Santos, al presentar la operación 'Jaque'. Santos ha lanzado un mensaje muy claro a las FARC: "Una vez más, hacemos un llamamiento a los nuevos cabecillas de las FARC para que depongan las armas, para que no se hagan matar ni sacrifiquen a sus hombres, para que se desmovilicen".

Malos tiempos para las FARC

En lo que va de año, las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia han recibido varios golpes demoledores. En marzo, un ataque del Ejército, en territorio ecuatoriano, mató a 26 guerrilleros de las FARC, entre los que se encontraba su el número dos, Raúl Reyes. Ese mismo mes murió, por causas naturales, el líder y fundador de la organización, Manuel Marulanda, alias 'Tirofijo'.

Las deserciones, cada vez más frecuentes, también causan estragos en la guerrilla. A finales de mayo, se entregó Karina, todo un símbolo de la organización y la única mujer que llegó a un puesto descatado dentro de las FARC. El golpe a la moral de los guerrilleros fue aún mayor cuando su ex compañera les pidió públicamente que entregaran las armas y se acogieran al programa de reinserción del Gobierno.

En una posición cada vez más débil, y tras la pérdida de sus cartas más valiosas con la liberación del grupo de Betancourt, a las FARC sólo les quedan 25 rehenes 'cajeables' de los 60 que tenían en un principio. Según el Gobierno, militares y expertos, no tienen más alternativa que liberarles ante los hechos, los golpes recibidos y el clamor mundial para que les pongan en libertad y abandonen la lucha armada.