Se presenta el primer avión solar sin combustible
- El propósito del proyecto es demostrar que es posible liberarse del petróleo
- El prototipo diseñado pesa lo mismo que un coche
- Realizará una vuelta al mundo que hará escala en España
El suizo Bertrand Piccard, famoso por ser en 1999 el primer hombre en dar la vuelta al mundo en globo sin escalas, ha presentado este lunes su nuevo reto: dar la vuelta al planeta en un avión propulsado sólo con energía solar.
Su gran objetivo va más allá del componente aeronáutico: quiere demostrar que es posible liberarse de la necesidad que el mundo tiene con el petróleo. Según Piccard, "podemos inventar un futuro diferente".
El proyecto llamado Solar Impulse ha sido presentado en Santander, en un curso organizado por la Universidad de Cantabria junto a uno de sus patrocinadores, la multinacional belga Solvay. Sus otras fuentes de financiación son el Deustche Bank y la firma suiza de relojes Omega.
El modelo diseñado es parecido a un Airbus 380, pero su diferencia radica en el peso, similar al de un coche. Sin embargo, las primeras pruebas se realizarán con un aparato algo más pequeño.
Primer vuelo en la primavera de 2009
El primer prototipo estará listo en la primavera de 2009 y se probará en un vuelo a baja altura, para plantearse unos meses más tarde un nuevo vuelo de 36 horas con el que comprobarán que los paneles solares del avión generan suficiente electricidad durante el día para mantenerlo en el aire y para cargar las baterías con las que funcionará de noche.
Hasta el año 2012 no se emprenderá la vuelta al planeta con un escala en cada continente: Emiratos Árabes, China, Hawaii, Florida, España y Emiratos Árabes de nuevo. Piccard asegura que "para toda la epopeya, desde el primer vuelo hasta la vuelta al mundo, serán necesarios tres años. Pero la vuelta al mundo en sí misma durará entre dos y tres meses".
Dos pilotos se turnarán en los vuelos: el empresario André Borschberg y el propio Piccard. Previamente habrán ensayado durante meses en un simulador de vuelo. Los dos quieren mostrar que es posible volar sólo con energía solar. Pero también sostienen que su aventura es un símbolo del uso de la energía renovable.