El acusado de matar a un bebé reconoce los hechos y lo justifica por su adicción a la videoconsola
- El acusado ha dicho que estaba "enganchado" a la videoconsola y que actuó por "locura"
- La madre del bebá ha declarado a puerta cerrada en la Audiencia de Tarragona
- La fiscalía solicita una pena de 20 años de prisión para este joven de 19 años
- Un familiar de la víctima ha intentado agredirle al comienzo de la sesión
- La policía ha logrado evitar la agresión
El joven dominicano Luigi D.G., acusado de matar a su hijastro porque no le dejó acabar una partida en la consola, ha reconocido los hechos y ha manifestado que "si no hubiera tenido la Play (en referencia a la videoconsola) no habría pasado nada" en el juicio que se celebra en la Audiencia Provincial de Tarragona.
El acusado, de 19 años, ha declarado que estaba "enloquecido" con el juego 'Mortal Combat' y que "no paraba de jugar". Según ha relatado, el día de los hechos, el 1 de septiembre de 2007, estaba jugando en la habitación con el niño cerca, cuando el menor le apretó un botón que hizo que perdiera la partida.
Entonces reaccionó golpeándole aunque no supo recordar durante cuanto tiempo ni en qué partes del cuerpo. Entre sollozos, Luigi D.G. ha dicho sentirse muy "arrepentido" y ha asegurado que "no entiende" que le pasó por la cabeza y que todo le parece "un sueño", porqué "quería muchísimo" al niño. Según ha explicado, cuando se dio cuenta de lo que había pasado "ya era tarde".
Además, ha añadido que, tras golpear al bebé, no pensaba que le hubiese causado la hemorragia interna que acabó causándole la muerte, porque "en ese caso hubiese salido corriendo hacia el hospital".
La madre del niño, Yessica H., también ha declarado, aunque a puerta cerrada. Su declaración no ha transcendido aunque testigos han señalado que "no habría declarado contra el acusado".
La mujer ha rechazado ante los medios que exista actualmente una relación sentimental con él, aunque la defensa afirma que la joven le ha ido a ver varias veces a la cárcel, donde el acusado está encarcelado desde los hechos de forma provisional, y que también ha llevado a la hija de ambos, nacida poco tiempo después del crimen.
También ha declarado una vecina de la pareja, que residía en la calle Maria Antonia París de Reus (Tarragona), quien ha manifestado que, en una ocasión, escuchó gritos de una mujer, procedentes de la casa del acusado, que rogaba: "Déjame, no me pegues, que me vas a matar".
Intento de agresión al acusado
Al comienzo del juicio, un familiar de la víctima ha intentado agredir al procesado cuando éste entraba en la sala. La mujer, al grito de "asesino, algún día te tendrás que morir", no ha conseguido llevar a cabo la agresión porque los agentes de la Policía Nacional que custodiaban al acusado lo han evitado.
La madre del bebé fallecido, que al parecer continúa viviendo con el acusado, ha presenciado los hechos y ha sufrido un ataque de ansiedad.
Como consecuencia del incidente, el tribunal ha decidido realizar el juicio a puerta cerrada debido a que la mayoría del público asistente a la vista oral eran familiares del bebé.
Los familiares también han esperado la salida del acusado al finalizar la sesión. Cuando han visto salir el vehículo policial que lo llevaba de nuevo a prisión, se han abalanzado sobre el coche y golpeado los vidrios, también a gritos de "asesino". Algunos de los familiares se han encarado con la Guardia Civil que ha optado por no actuar y se ha limitado a intentar que los familiares no impidieran la salida del vehículo policial.
Pena de 20 años de cárcel
La Fiscalía considera que los hechos son constitutivos de un delito de asesinato con la concurrencia de la agravante de parentesco, y pide para Luigi D.G., que se encuentra en prisión desde que fue detenido, una pena de 20 años de cárcel. Además, solicita que indemnice a la madre de la víctima con 95.000 euros.
La acusación popular, ejercida por la Generalitat, y la acusación particular coinciden en la petición del fiscal de una pena de 20 años de cárcel por asesinato, mientras que la defensa reclama la libre absolución de su cliente o, en su defecto, la condena por un homicidio imprudente.
Los hechos juzgados ocurrieron entre las 12.30 y las 14.20 horas del 1 de septiembre del año pasado, cuando Luigi D.G. se había quedado a cargo del menor. Mientras jugaba a la videoconsola en una habitación del domicilio, el pequeño introdujo una mano en los mandos de ésta e hizo perder la partida al acusado.
Este, golpeó varias veces al niño y lo lanzó sobre la cama, donde lo dejó "mientras éste gemía y se quejaba", hasta que el pequeño se calló, momento en el que llegó la madre, que se dio cuenta de que el niño no reaccionaba, ya que había fallecido a consecuencia de un traumatismo abdominal provocado por una hemorragia intraabdominal, según el fiscal.