El lado oscuro del fútbol
- Save the Children alerta en un informe sobre el tráfico de menores en el fútbol
- Agentes falsos "compran" niños futbolistas prometiéndoles un contrato en un club
- Sudamérica y África son los principales puntos de donde proceden los menores
- La mayoría de los niños terminan mendigando en las calles
- Este tráfico ilegal infantil llega principalemente a Francia, Belgica, Italia y Holanda
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Ser los nuevos Ronaldo, Eto'o o Messi y triunfar en un gran club de fútbol europeo. Eso es lo que prometen academias de fútbol ilegales y agentes falsos a chavales que aún no han cumplido, en muchos casos, los 12 años. Dungani Fusini, un joven africano, vivió esta ilusión cuando tenía 14 años. Sin cumplir ningún trámite de migración entró a las categorías inferiores del Arezzo, un equipo de fútbol italiano.
Lo que empezó como un sueño rápidamente se torno en pesadilla. Su única actividad diaria era entrenar. No iba al colegio y dormía en el sótano de un restaurante. En muy pocos meses terminó literalmente debajo de un puente. Un trágica historia que, según el informe "Niños en competición" presentado este miércoles por Save the Children, es más común de lo que pensamos y deseamos.
4.500 euros puede llegar a pagar una familia de África o de Sudamérica, los principales puntos de los que proceden estos niños, con la esperanza de que su hijo se convierta en una estrella y consiga un contrato millonario en un club de fútbol. Así lo ha explicado Pilar Goya, de Save the Children, quien ha apuntado a Francia, Bélgica, Italia y Holanda como los principales países receptores de este mercado ilegal de jugadores infantiles.
Sólo en Ghana (África) existen más de 500 centros ilegales en los que se enseña, previo pago, a jugar al fútbol a menores. En muchas de estas academias las condiciones son lamentables: personal insuficiente, escasa o nula formación académica más allá de los entrenamientos y espacios hacinados.
El informe de Save the Children plantea situaciones mucho más desgarradoras. Jóvenes que incluso llegan al continente europeo en pateras, con la mediación de esos agentes sin escrúpulos, con el sueño de hacerse un hueco en la galaxia futbolística.
Los menores engañados se topan con la dura realidad
Al final de la travesía todos estos chicos se topan con la dura realidad. Su campo de fútbol será la calle y su lucha ya no será con el rival y el balón sino con la prostitución, la mendicidad y la delincuencia.
Su sueño dorado se vuelve negro y sin visado y sin la posibilidad de regresar a su país, su situación se complica. No han podido demostrar lo bien que juegan al fútbol porque en realidad nadie había apostado por ellos y todo era una burda mentira fraguada por los que ni siquiera respetan a aquellos a los que la vida ya ha castigado al nacer en los lugares más desfavorecidos del planeta.
El estudio de Save the Children apunta a la preocupación que ya ha mostrado la FIFA con este tema que considera "muy grave". Hay jugadores profesionales que ya se han puesto manos a la obra para evitar esta lacra. Samuel Eto'o ha creado una academia de fútbol en Yaundé, la ciudad donde él comenzó siendo niño a dar patadas al balón y donde ahora 300 niños de entre 10 y 13 años estudian y juegan al fútbol. Seguro que todos sueñan con ganar una liga, una Eurocopa o ser las estrellas de unos Juegos Olímpicos.
Ambigüedad en la legislación
Según señala el informe, el presidente de la FIFA, Sepp Blatter, ha declarado que la existencia de la trata de jugadores y de agentes ilegales es uno de los problemas más serios a los que se enfrenta Europa "dado que los agentes sin licencia tienen el poder de atraer a jóvenes africanos con talento prometiéndoles una carrera en el fútbol europeo que muchas veces ni siquiera podría existir".
Save the Children asegura que la FIFA trata de controlar y regular la actividad a través de la regulación de sus agentes pero reconoce que existen muchos impostores. Además, pone de manifiesrto que las pocas veces que los Estados u organizaciones internacionales, como la Unión Europea, han tratado de legislar, sus recomendaciones han caído en saco roto.
En marzo de 2007, el Parlamento Europeo aprobó una resolución sobre el futuro del fútbol profesional en Europa en la que se reconoce la necesidad de establecer mecanismos adicionales para evitar la trata de niños en este deporte, así como la aplicación de las directivas correspondientes a la protección de los jóvenes en el trabajo.
Se hizo además una alusión explícita a la necesidad de que los clubes se encarguen de garantizar una educacíón de calidad a los jóvenes y que éstos regresen con seguridad a sus países de origen en caso de no poder iniciar su carrera en Europa. El problema se produce cuando esos jóvenes, en muchos casos niños, ni siquiera cuentan con el respaldo inicial de un club y llegan engañados a Europa.