La Luna tuvo agua en su superficie y aún podría poseerla
- Tres geólogos hallan cantidades del líquido elemento en muestras volcánicas lunares
- Hasta el momento se pensaba que los restos de agua eran fruto de impactos externos
- Estos investigadores sostienen que el satélite tuvo tanta agua como la Tierra en su formación
- El líquido se habría evaporado por las altas temperaturas de la atmósfera lunar
La Luna tuvo en sus orígenes tanta agua como la Tierra e incluso podría conservar el líquido elemento hoy en día en su superficie, según han demostrado tres geólogos en un artículo publicado en el último número de la revista Nature.
Los investigadores han analizado las muestras de rocas volcánicas llamados espejos volcánicos lunares recogidas por las misiones Apollo 11, 15 y 17, que no presentaban las características geoquímicas de meteoritos y cometas, que contienen una serie de elementos volátiles, como el agua.
Este hecho es importante, ya que, hasta el momento, se achacaba la presencia de agua en los polos a los impactos de meteoritos y cometas.
La clave del hallazgo de estos científicos es un nuevo método de espectometría de masas, que ha permitido desvelar la presencia de cantidades importantes de agua en estas muestras.
Estos geólogos creen que el manto y la corteza de la luna pudo contener ingentes cantidades de agua hace unos 4.500 millones de años, inmediatamente después de su formación.
Interrogantes
"Estos resultados abren numerosos interrogantes", escribe en el artículo uno de los autores, el geólogo frances Marc Chaussidon, que se pregunta qué ha sido de este agua que data de la formación de la luna y dónde se pueden encontrar sus restos si el satélite no está totalmente seco.
Hoy en día, la mayor parte del agua sobre la luna se ha evaporado debido a las altas temperaturas que tiene que soportar la superficie del satélite, que llegan a los 100 grados.
"Alrededor del 95% del vapor de agua del magma se ha disperasdo en el espacio, pero los restos que han quedado en la muestras pueden ser producto de que una parte se dirigió a los polos fríos de la luna o que se han fijado en forma de hielo a la sombra de los cráteres", ha detallado otro de los autores, Albert Saal, de la Universidad de Brown.
La detección de hielo en la luna es uno de los principales objetivos de la sonda Lunar Reconnaissance Orbiter (LRO) la NASA, que quiere cartografiar con gran precisión la superficie de la luna para preparar la vuelta del hombre al satélite.