Las FARC afirman que los carceleros de Betancourt permitieron su huida
- Acusan a los guerrilleros encargados de custodiar a los 15 rehenes de permitir su huida
- Es el primer comunicado de la guerrilla colombiana tras la operación Jaque
- Los tres estadounidenses liberados califican a los guerrilleros de "animales" y "terroristas"
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La guerrilla de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) han asegurado este viernes que la operación de rescate que permitió la puesta en libertad de 15 de sus rehenes, entre ellos la ex candidata a la presidencia de Colombia Ingrid Betancourt, no fue una liberación sino una fuga, y han acusado a los guerrilleros que los custodiaban de permitir esa huida.
El comunicado de la organización es el primero que difunde la guerrilla tras la operación Jaque, en la que el Ejército colombiano logró liberar a Betancourt, así como a tres estadounidenses y a once soldados y policías, el pasado 2 de julio. En él, las FARC consideran como traidores "de su compromiso revolucionario" a quienes los custodiaban, Gerardo Antonio Aguilar, alias César, y Alexander Farfán Suárez, Enrique Gafas, comandante y segundo del frente primero de la organización, que fueron detenidos en la operación.
La nota, que también menciona que persisten en la búsqueda de un intercambio de secuestrados por guerrilleros presos, está fechada el 5 de julio, firmado por el "secretariado del estado mayor central", y ha sido divulgado por la página de la Agencia Boliviariana de Noticias (ABP).
Insisten en un acuerdo humanitario
"La fuga de los 15 prisioneros de guerra, el pasado miércoles 2 de julio, fue consecuencia directa de la despreciable conducta de César y Enrique, que traicionaron su compromiso revolucionario y la confianza que en ellos se depositó", según los jefes de la guerrilla.
Pero "independiente de un episodio como el sucedido, inherente a cualquier confrontación política y militar donde se presentan victorias y reveses", dice, las FARC persistirán en la búsqueda de un acuerdo humanitario por los demás rehenes. "Mantenemos vigente nuestra política por concretar acuerdos humanitarios que logren el intercambio, y, además, protejan la población civil de los efectos del conflicto".
No obstante, subrayan que "de persistir en el rescate como única vía, el Gobierno debe asumir todas las consecuencias de su temeraria y aventurera decisión". El mando de las FARC agrega que "la paz que requiere Colombia debe ser resultado de acuerdos que beneficien a las mayorías" y "no va a ser la paz de los sepulcros sostenida sobre la corrupción, el terror del Estado, la felonía y la traición".
Primera entrevista a los estadounidenses liberados
Por su parte, los tres estadounidenses rescatados en la operación Jaque han declarado en su primera entrevista que los guerrilleros son "animales" y "terroristas" que no respetan los derechos humanos. Marco Gonsalves, Keith Stansell y Thomas Howes han contado en una emotiva entrevista a la CNN cómo vivieron su cautiverio en las selvas colombianas, desde que fueran capturados el 13 de febrero de 2003, cuando la avioneta desde la que hacían vuelos de reconocimiento sufrió un desperfecto, perdió altura y fue alcanzada por disparos de las FARC.
Los estadounidenses acudieron a la entrevista cada uno con un objeto personal que se había llevado como "recuerdo". Howes llevaba consigo una bala que perteneció a un comandante de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) que le había amenazado en una ocasión con matarle. Gonsalves mostró un tablero de ajedrez plastificado que talló y pintó con sus propios manos y que les ayudó a ocupar su mente.
"Estábamos sentados encadenados sobre una pieza de plástico en plan indio y solamente jugábamos al ajedrez", ha explicado Stansell, quien se llevó un candado que, según ha dicho, los secuestradores colgaron de las cadenas que les pusieron todas las noches alrededor del cuello.
Los tres hombres han comentado que sus captadores no les dejaban hablar entre ellos, que en un campamento al que inicialmente fueron llevados durmieron con ratas y que también pasaron noches en el suelo de laboratorios de drogas. Asimismo, fueron obligados a andar durante horas por la selva con cadenas alrededor del cuello.
Con todo, han declarado que el hecho de estar lejos de sus familias fue lo más difícil de soportar. Los tres se encuentran bien de salud, aunque reconocen que todavía "hay algunas cosas que tenemos que superar. Tenemos que dar pequeños pasos", han señalado.