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Muy emocionante el encierro de los toros de la ganadería Jandilla

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Quinto encierro muy emocionante

Muy emocionante ha sido el quinto encierro protagonizado por los toros de Jandilla. La manada ha corrido compacta hasta la calle Mercaderes donde uno de los astados ha resbalado. Aquí ya ha cambiado la configuración y han quedado tres toros corriendo con los cabestros, uno sólo y otros dos por detrás.

El momento de peligro, una vez más, se ha producido ya enfilada la bajada al callejón, a unos 80 metros de la entrada a la plaza, cuando un toro de los que conformaba el tercer grupo ha atropellado a unos mozos que estaban parados junto al vallado.

Se ha podido ver a mucho "patas" agarrado al lomo de los toros e incluso un mozo, muy imprudentemente,  ha intentado  colocarse entre dos animales y a punto ha estado de llevarse una buena embestida, cuando no algo peor. El resto de corredores han podido hacer el recorrido de forma cómoda porque el mayor grupo de toros iba muy pegado.

El parte de heridos facilitado por Cruz Roja es el más breve de todas las fiestas. Sólo han tenido que atender a dos mozos por policontusiones, a pesar de la mala fama de estos toros que sólo en el año 2004 dejaron un balance de 8 corneados. Hoy podemos afirmar que se ha cumplido el refrán de que "no hay quinto malo". Es muy probable que con este encierro se termine la tranquilidad, porque con la llegada del fin de semana, se espera también la llegada de una gran avalancha de gente a Pamplona. Mañana está previsto que alrededor de 8.000 personas puedan correr el encierro.

Gorka Azpilicueta corre el encierro desde la calle Estafeta hasta donde puede. Hoy confiesa que no ha sido su mejor día y que lo ha visto complicado, porque los toros llegaban muy pegados a los bueyes y no ha podido hacer carrera. Asegura que había demasiada gente y que los toros que venían por detrás de la manada principal estaban muy reñidos y "ha habido mucha batalla".

Él no temía especialmente a los toros de Jandilla, aunque si estaba mentalizado de que la carrera iba a ser fuerte, porque estos animales entrenan mucho en el campo, pero señala que, cuando un toro se queda, el peligro está servido y da lo mismo que pertenezca a una u otra ganadería.

Gorka dice que aunque mañana y pasado, por ser fin de semana, puede ser difícil correr el encierro, " a veces, hay suerte porque la gente corre por los laterales y no en la cara del toro", y además "sólo hay ocho encierros al año y no se puede desperdiciar la ocasión de correr".