Enlaces accesibilidad

Las vacaciones pueden estresarnos más que el trabajo

  • Un 86% de los españoles sufre problemas en vacaciones
  • El año pasado se perdieron 42 millones de maletas en todo el mundo
  • La convivencia familiar y la vuelta de las vacaciones pueden provocar estrés
  • Tras el verano se produce un aumento de los divorcios y las separaciones

Por
Las vacaciones no siempre son relajantes
Las vacaciones no siempre son relajantes

Con la llegada del verano muchos piensan ya en la playa, el sol y la tranquilidad. En definitiva, en las vacaciones. Sin embargo, esta época puede suponer un mayor estrés que la propia rutina laboral.

Según una encuesta del portal Trivago, un 86% de los españoles sufre algún tipo de problema durante sus vacaciones. Los inconvenientes más habituales se producen con el equipaje (un 28%), con los hoteles (un 25%) y con los retrasos y las cancelaciones del avión o del tren (un 14%).

Según el Consejo de Consumidores y Usuarios (CCU), el año pasado se registraron cerca de 30.000 consultas y reclamaciones sólo en el sector de las agencias de viaje. Por su parte, la OCU recibió casi 10.000 quejas por contratiempos con las maletas y los retrasos aéreos. Otro dato, en 2007 más de 42 millones de maletas se perdieron en todo el mundo debido a las escalas, según un informe de SITA, principal proveedor de servicios de comunicación para el transporte. Aún así, sólo supone un 2% del total facturado.

¿Rutina o familia?

Para mucha gente las vacaciones son ese período para escapar de la rutina y encontrarse con los familiares. Pero la convivencia familiar puede provocar más problemas de estrés que el día a día.

Según los psicólogos, nos acostumbramos a una convivencia familiar mucho menor, basada en salir al cine o a cenar, vernos con nuestros parientes por las tardes o sólo por las mañanas. Para los expertos, pasar unos días en un apartamento supone enfrentarse a la convivencia real y, muchas veces, esta convivencia es inevitable, como en el caso de los familiares. Para evitar situaciones problemáticas, los psicólogos recomiendan saber bien con quién se quiere ir.

También argumentan los especialistas que la rutina es un método de organización y estructuración personal y que al perderla durante las vacaciones muchas personas se sienten desubicadas, sin saber cómo gestionar el tiempo libre. Esto genera una frustración personal, que puede arruinarnos las vacaciones.

 Nadie quiere volver

Una de las cosas que más estresa de las vacaciones es que se terminen. Pensar en la fecha de vuelta a casa es un motivo de intranquilidad según un estudio de Adecco, apareciendo síntomas físicos y emocionales que pueden llevar al absentismo laboral.

Este absentismo es mayor en mujeres que en hombres, probablemente por la descoordinación entre las vacaciones escolares y las laborales. Los expertos recomiendan una adaptación progresiva a la vuelta al trabajo, sobre todo para aquellos cuya vida está demasiado organizada.

Uno de los hechos que siempre se da a la vuelta de vacaciones es el aumento de los divorcios y separaciones. La causa es que las personas mantienen relaciones mínimas con sus parejas, por lo que en períodos de larga estancia juntos se dan conflictos con la ruptura de los hábitos y los horarios. Generalmente, esta situación se debe a la existencia de un problema ya larvado, pero que surge con la convivencia vacacional.

Sin embargo, en verano no todos se pueden permitir ir de vacaciones. Según un estudio del CIS, el pasado verano un 54,5% de los españoles se quedaron en casa por diversos motivos. Cerca de la mitad no salieron por problemas económicos mientras que un 10% permanecieron en sus casas por cuestiones de trabajo.