La placa de hielo Wilkins, a punto de romperse
- Las imágenes del satélite Envisat muestran una fractura en el hielo
- La placa ha perdido 1.350 kilómetros cuadrados en los últimos meses
- Los científicos lo achacan al calentamietno de las aguas
La placa de hielo Wilkins, una vasta superficie de hielo flotante al sur de Sudamérica, en la península Antártica, que conecta las islas Charcot y Latady, está a punto de romperse después de que en febrero de 2008 se desprendiera un bloque de 400 kilómetros cuadrados.
La Agencia Espacial Europea (ESA), que sigue la evolución de la placa a través de las imágenes del satélite Envisat, explica en su página web que la placa sufrió la pérdida de otros 160 kilómetros cuadrados en un nuevo desprendimiento ocurrido entre el 30 y el 31 de mayo.
Entonces, la placa de hielo entre las dos islas ya quedó reducida a una franja de apenas 2,7 kilómetros de ancho. Pero hacia el 8 de julio, según las imágenes captadas por el Radar de Apertura Sintética Avanzada (ASAR) de Envisat, se produjo un fractura que puede llevar a que el 'puente de hielo¿ se quiebre.
A partir de las imágenes, el profesor Matthias Braun, del Centro de Seguimiento Remoto de Superficies Terrestres, de la Universidad de Bonn, estima que el área pérdida en la placa Wilkins durante los últimos meses asciende a 1.350 kilómetros cuadrados, a los que se añadirían entre 500 y 700 kilómetros cuadrados más si la franja que llega hasta la isla de Charcot se quiebra.
Este fenómeno, además, se produce en el invierno austral, lo que preocupa a los científicos. "La persistentemente delgada capa de hielo en el área y los datos de diversas fuentes, como los detectores electrónicos de temperatura y posición, parecen sugerir que el agua caliente está alcanzado la parte inferior de la capa de hielo Wilkins, reduciendo su grosor con rápidez", señala otro especialista, Ted Scampos, del Centro Nacional de Datos sobre Nieve y Hielo.
El profesor del Servicio Antártico Británico, David Vaughan, señala que la Wilkins es "la última de una larga y creciente lista de capas de hielo en la Península Antártica que están respondiendo al rápido calentamiento que ha ocurrido en esta zona en los últimos 50 años". "Los datos actuales muestran que fuimos muy conservadores cuando predijimos, a principios de los 90, que la capa de hielo Wilkins se perdería en 30 años; la verdad es que está ocurriendo más rápido de lo que preveíamos", ha advertido.