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Israel entrega a cinco prisioneros de Hizbulá a cambio de los cadáveres de sus dos soldados

  • Líbano recibe con honores a los presos con la presencia del jefe de Hizbulá, Nasralá
  • La captura de los dos soldados israelíes desató el conflicto en Líbano hace dos años
  • La guerrilla ha devuelto restos de otros seis militares judíos que murieron en la guerra
  • Israel ha devuelto además de los cinco presos los cuerpos de 12 combatientes

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Alegría en el Líbano y luto en Israel tras el canje

Israel ha logrado en un canje de presos con Hizbulá lo que no consiguió en los 34 días de guerra con la milicia libanesa el verano del 2006: traer a sus soldados a casa. Y el Partido de Dios ha celebrado con fastos otra victoria moral, con la presencia de Hasán Nasralá, que no aparecía en público desde hace dos años.

A primera hora de la mañana, Hizbula confirmó lo que todo el mundo temía al mostrar frente a las cámaras de televisión dos féretros negros: los jóvenes soldados Ehud Goldwasser y Eldad Regev, cuya captura dio origen a la contienda, estaban muertos.

Para recuperar sus cuerpos el Estado judío ha tenido que pagar un alto precio: la excarcelación de cuatro prisioneros libaneses y de Samir Kuntar, condenado a cuatro cadenas perpetuas por otros tantos asesinatos, y la entrega de los restos mortales de 199 palestinos y libaneses.

Sobre las diez de la mañana la Cruz Roja Internacional hacía entrega de los restos en el cruce fronterizo de Rosh Hanikrá a los rabinos militares y expertos médicos y forenses, que efectuaron pruebas de ADN y determinaron que correspondían efectivamente a los de los soldados israelíes. Eran ya las tres de la tarde cuando los generales Eliaser Stern y Gadi Shimani se trasladaban a las viviendas de Regev y Goldwasser para confirmar la noticia oficial a sus familiares.

Recibidos con honores

A partir de ese momento, las autoridades israelíes procedieron a cumplir su parte del canje y hacer entrega de los restos mortales, que fueron trasladados a la frontera en un convoy de 24 camiones de la Cruz Roja, y de los cinco prisioneros vivos. Los excarcelados fueron recibidos con honores de héroes nacionales en el otro lado de la frontera por una multitud que celebró la liberación como un nuevo triunfo de Hizbulá sobre Israel.

Incluso Hasán Nasralá, el líder de Hizbulá, ha dado la bienvenida a los libaneses liberados. En unas breves palabras a los presentes, Nasralá ha recordado lo declarado en el 2000 cuando los israelíes se retiraron del sur del Líbano después de 22 años de ocupación y dijo que "la era de la derrota terminó; ahora viene la de la victoria". "Este pueblo dio una imagen clara al mundo de que no puede ser vencido", finalizó.

La milicia chií también entregó a Israel un pequeño ataúd con restos de varios soldados caídos en la guerra que ambos mantuvieron entre los meses de julio y agosto de 2006. El general Stern declaró a los periodistas estar viviendo un momento muy duro con la confirmación de la muerte de los dos soldados pero, al mismo tiempo, tener la satisfacción de "haber cumplido una misión al lograr traerlos de vuelta a la tierra de Israel".

Esta noche las familias de los dos soldados acudieron a la base militar de Shagra, próxima a la frontera con Líbano, para recibir los restos y participar en un pequeño acto en memoria de sus seres queridos.

Ascendidos a título póstumo

Regev y Goldwasser, ambos soldados no profesionales que estaban en la reserva cuando fueron llamados a participar en la contienda con Hizbulá, han sido ascendidos a título póstumo a los rangos de sargento primero y serán enterrados mañana jueves en los cementerios militares de Kiryat Motzkin y Nahariya, donde residen sus familiares.

En el Estado judío, el canje ha sido percibido como un trago doloroso, pues supone la liberación de Kuntar, visto aquí como un cruel asesino que fue capaz de aplastar con brutalidad el cráneo de una niña. Pero a pesar de que ha habido algunas críticas al Gobierno por pagar con presos vivos la entrega de soldados muertos, la mayoría de israelíes ha considerado el precio excesivo pero necesario para cerrar de una vez por todas un dossier que había tocado la fibra sensible de la sociedad israelí.

La importancia del entierro en el judaísmo

Los intercambios de presos con Hizbulá, habitualmente desfavorables para Israel, se explican por la importancia que dan el judaísmo, el Ejército y la sociedad israelí a enterrar los muertos de forma íntegra. "Los extranjeros no entenderán lo que todo israelí sabe bien: la responsabilidad mutua y la preocupación por cada uno de nuestros soldados es el elemento que cohesiona a nuestra sociedad", ha dicho el primer ministro israelí, Ehud Olmert, en un mensaje.

El intercambio fue aprobado por el Gobierno pese a la oposición de los servicios de inteligencia, que lo veían como un incentivo a los secuestros de ciudadanos israelíes para usarlos como moneda de cambio. En los territorios palestinos centenares de personas se han concentrado para dar la bienvenida a la puesta en libertad de los libaneses y, desde Malta, el presidente de la Autoridad Nacional Palestina (ANP), Mahmud Abás, hizo llegar un mensaje de felicitación a los cinco presos, informó uno de sus portavoces.

El movimiento islamista Hamás aprovechó la atención al canje para anunciar formalmente la interrupción de las negociaciones con Israel para la liberación del soldado israelí Guilad Shalit hasta que se abran los pasos fronterizos con Gaza.