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Ingresa en prisión el ex alcalde popular de Orihuela Luis Fernando Cartagena

  • El ex conseller de Obras Públicas se apropió de 49.000 euros de un hospital
  • Solicitó el indulto que le fue denegado por el Gobierno hace un mes
  • Intentó conseguir una coartada con recibos falsos de un empresario

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El ex alcalde popular de Orihuela Luis Fernando Cartagena ha ingresado en el Centro Penitenciario Alicante II, en Villena, para cumplir la condena de cuatro años de prisión que le impuso la Audiencia de Alicante por los delitos de falsedad en documento mercantil y malversación de caudales públicos.

Cartagena se presentó en la tarde de ayer en la citada cárcel alicantina para cumplir con la orden de ingreso en prisión dictada por la Audiencia, ya que ésta expiraba a finales del presente mes de julio.

El Tribunal que lo condenó en 2002 consideró que Cartagena "hizo suyos con intención de propio beneficio" 49.000 euros procedentes del superávit de gestión del hospital municipal San Juan de Dios, de las Hermanas Carmelitas, cantidad que recibió en 1993 y que, de acuerdo con el fallo, no ingresó en las arcas municipales.

Cartagena que era conseller de Obras Públicas cuando era presidente de la Generalitat Valenciana Eduardo Zaplana cumplirá los cuatro años dictados, si bien podrá acogerse a los beneficios penitenciarios como cualquier otro preso.

Petición de multa e indulto

Cartagena solicitó el pasado mes de junio a la Sección Séptima de la Audiencia de Alicante que se le conmutara uno de los cuatro años de prisión por una multa, pero la Fiscalía se opuso por considerar que no se daba ninguno de los factores alegados.

Un mes antes, el Gobierno central le denegó la petición de indulto que elevó en 2004 al Ejecutivo contra la condena firme, después de que el Tribunal Supremo ratificara una sentencia previa de la Audiencia alicantina por unos hechos ocurridos cuando era alcalde de Orihuela en el año 1993.

El alto tribunal consideró probado que se apropió de un total de 49.000 euros procedentes del hospital municipal y que en lugar de ingresar el dinero en las arcas municipales, "lo hizo suyo con intención de propio beneficio".

El fallo estableció también que cinco años después -1998-, cuando Cartagena tuvo noticias de que se estaban realizando investigaciones judiciales, "para conseguir una coartada se puso de acuerdo" con un empresario, "amigo personal suyo desde hacía más de 30 años y contratista de numerosas obras de la Administración local y adjudicatario del servicio de limpieza".

El objetivo de Cartagena era que este empresario facilitara tres supuestos recibos de pago "con la pretendida finalidad de justificar el destino de estas sumas a obras sociales, tal como fue el deseo expresado por las monjas en el momento de su entrega".