El Gobierno argentino deroga la subida de impuestos a la exportación de grano
- La medida, aprobada en marzo, provocó una importante contestación del sector agrario
- El Senado votó en contra de la subida con el voto de calidad del vicepresidente
- Néstor Kirchner habría planteado la dimisión de su esposa, según La Nación
- Cristina Fernández se encuentra en su peor momento desde que alcanzó la presidencia
El gobierno argentino ha anunciado la derogación de la polémica subida de impuestos a la exportación de grano, que desató un importante enfrentamiento entre el Ejecutivo y el sector agrario.
Así lo ha anunciado el jefe de Gabinete, Alberto Fernández, después de que el Senado rechazara la medida, con el voto decisivo del vicepresidente, Julio Cobos. La subida de impuestos a la exportación de granos fue decretada por el gobierno de Cristina Fernández en marzo pasado y desencadenó una ola de movilizaciones y protestas del sector agropecuario que han provocado pérdidas millonarias y un severo desgaste a la presidenta.
Las tasas vuelven a los niveles de noviembre
La medida, que entrará en vigor tras su publicación en el Boletín Oficial del Estado, el próximo lunes, establece que el nivel de impuestos para las exportaciones de soja, trigo, maíz y girasol se retrotraiga a los niveles establecidos en noviembre de 2007. Así, en lugar de las retenciones progresivas que regían desde marzo, para las exportaciones de soja volverá a aplicarse un impuesto fijo del 35%, del 28% en el caso del trigo, del 25% en el del maíz y del 23% para las de girasol.
El primer artículo del decreto que ha leído ante los periodistas el jefe de Gabinete en la Casa de Gobierno insta al ministro de Economía, Carlos Fernández, a que "limite la vigencia de [las] resoluciones" que a partir de marzo modificaron el esquema impositivo.
El texto de la medida, que lleva la firma de la jefa del Estado, defiende la decisión del Ejecutivo de aplicar el plan de retenciones que rechazó el Senado y cuestiona las protestas que llevaron a cabo las entidades agrícolas a partir de su puesta en marcha. En este sentido, señala que la medida adoptada mediante el "uso legítimo de facultades constitucionales y legales fue el pretexto para un violento lock out que dio inicio una escalada de cortes de rutas, desabastecimiento y agresiones".
Satisfacción entre las organizaciones agrarias
Las organizaciones agrarias han recibido con moderada satisfacción la decisión del Gobierno, según recogen tanto Clarín como La Nación, aunque el presidente de una de las más importantes, la Federación Agraria, Fernando Buzzi, ha asegurado que "no es suficiente" y ha pedido que se complemente "necesariamente con tratamiento diferenciado a los productores medianos y pequeños".
Por su parte, el presidente de la Sociedad Rural, Luciano Miguens , ha comentado que se trata de un paso "sumamente positivo", aunque ha solicitado "veradero diálogo" al Gobierno.
Cobos niega la conspiración
Mientras, el vicepresidente argentino, Julio Cobos, ha rechazado que esté conspirando contra el Gobierno y ha abogado por "pasar página" y buscar una solución consensuada en el conflicto que enfrenta al Ejecutivo con los productores agrícolas. En declaraciones a una cadena de televisión desde la ciudad de Mendoza, donde descansa tras su polémico voto, Cobos ha dicho que el rechazo a la iniciativa gubernamental ha dado "cierta tranquilidad y una moderada alegría" sobre un asunto que "ha dividido al país".
"Ahora hay que buscar consensos para elaborar una nueva ley que satisfaga a las partes y concentrarse en otros objetivos de gobierno", ha señalado Cobos, que fue expulsado del Partido Radical tras aceptar la Vicepresidencia en el gobierno peronista de Cristina Fernández, en una iniciativa de concertación impulsada por el ex presidente Néstor Kirchner para buscar alianzas entre la oposición.
El rechazo del Senado a la subida de impuestos, provocada por el voto negativo de Cobos, habría llevado al ex presidente y marido de la actual presidenta, a plantearle la posibilidad de la renuncia, según publica el diario La Nación, citando a "dos funcionarios, tres legisladores y un intendente del conurbano". Al parecer, Néstor Kirchner habría evaluado una posible dimisión de su esposa tras lo que considera una "traición" de Cobos, aunque el peronismo no habría respaldado esa estrategia.