Los atentados de verano de ETA
ETA ha retomado su habitual "campaña de verano", que mantiene desde hace casi 30 años, con la explosión de dos artefactos en Laredo y en Noja (Cantabria), que han estallado después de que se recibiera una llamada advirtiendo de su colocación y de otras dos, que por el momento no han explotado.
De esta forma, ETA intenta reeditar su "campaña de verano" con artefactos en zonas turísticas, un objetivo que tiene desde 1979 y que ha costado la vida de seis personas (tres en 1991, una en 2001 y dos en 2002) y un número elevado de heridos.
No obstante, en la mayor parte de los casos han provocados exclusivamente daños materiales ya que han sido precedidos por llamadas de advertencia de los terroristas.
Las zonas turísticas españolas han sufrido desde 1979 decenas de atentados de la organización terrorista ETA que han causado importantes daños materiales y con las que la banda pretende perjudicar a un importante sector económico.
Cronología
La primera acción de la banda contra intereses turísticos se remonta al 29 de junio de 1979 cuando hizo explotar dos artefactos en Benidorm (Alicante).
Desde esa fecha, ETA ha realizado diversas campañas de atentados -en general en fechas estivales- contra centros hosteleros y otros intereses situados preferentemente en la zona mediterránea, aunque en los últimos meses había centrado sus objetivos de este tipo en las costas cántabras, gallegas y asturianas.
Una de las "campañas de verano" de ETA más intensa fue la de 1996, aunque también fueron numerosas las acciones de la banda en 1985, 1986, 1991, 1993, 2001 y 2002.
En el verano de 2004, ETA perpetró ocho atentados e intentó uno más en zonas turísticas, aunque en este caso del norte de España.
El 7 de agosto de ese año hizo estallar dos bombas de poca potencia en San Vicente de la Barquera (Cantabria) y Ribadesella (Asturias), que causaron daños materiales.
El 12 de agosto del 2004, en una acción similar, explotaron dos bombas casi simultáneamente en el Paseo de Pereda de Santander y en la playa de San Lorenzo de Gijón.
Tres días más tarde, un artefacto de escasa potencia explotó en el muelle del puerto de Llanes sin provocar daños personales, y el 21 de agosto dos artefactos explosionaron en sendos contenedores en las localidades pontevedresas de Sanjenjo y Bayona, ocasionando tres heridos leves.
El 28 de agosto de ese año una bomba de escasa potencia explotó en Santiago de Compostela sin causar heridos y otro artefacto fue desactivado en La Coruña.
Ya en 2005, el 29 de julio dos bombas estallaron en las carreteras de Extremadura y Andalucía a su paso por las localidades toledanas de Maqueda y Madridejos, respectivamente, en plena operación salida de las vacaciones de agosto.
Durante 2006, la tregua unilateral declarada por la banda dejó en suspenso la campaña contra objetivos turísticos y en 2007 se produjo la explosión de un artefacto el 2 de septiembre en Fuenmayor (La Rioja), junto a una carretera del municipio en plena operación de retorno de vacaciones.