Las cuentas del Estado, en déficit por primera vez en tres años
- La caída del sector inmobiliario y la crisis del petróleo acaban con el superávit
- La deducción de 400 euros en el IRPF no se contabiliza del todo en este balance
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Las cuentas del Estado tuvieron el pasado mes de junio un déficit de 4.683 millones de euros, el 0,42% del PIB, debido principalmente a la desaceleración en el sector inmobiliario y al aumento de los costes empresariales por el encarecimiento del crudo.
El Gobierno también señala que las medidas que ha tomado en los primeros seis meses del año para aumentar la liquidez de las empresas y ayudar a las familias a disminuir el impacto de la inflación han repercutido en la disminución de los ingresos y en el consecuente déficit.
El secretario de Estado de Hacienda, Carlos Ocaña, ha presentado los datos de ejecución presupuestaria del primer semestre. Así, entre enero y junio de este año, los ingresos del Estado cayeron el 4,8%, hasta los 66.934 millones de euros, mientras que los gastos aumentaron el 10% con respecto al mismo periodo del año anterior, hasta 71.617 millones.
En términos de caja, que computa los ingresos y gastos que efectivamente se han realizado durante el periodo, el Estado alcanzó un déficit de 2.065 millones de euros, frente al superávit de 4.168 millones del mismo periodo del año anterior.
Medidas económicas
La vuelta de las cuentas del Estado al saldo negativo, que no se registraba desde junio de 2005, se debe también a las medidas económicas adoptadas por el Gobierno en este periodo, especialmente la deducción de 400 euros en el IRPF para asalariados, autónomos y pensionistas, que ha supuesto un desembolso para la Hacienda Pública de alrededor de 3.000 millones en el mes de junio.
En este sentido, Ocaña explicó que, debido a las medidas tomadas, el Estado dejará de recaudar este año 8.000 millones de euros, cantidad que, recalcó pasará a ser dinero en circulación para ayudar a reactivar la economía. Ocaña también ha explicado que el grueso de esta deducción,aún no ha tenido un impacto decisivo en el superávit del Estado.
En su comentario de los datos, Ocaña insistió en que junio suele ser un mes "malo" desde el punto de vista de los ingresos, y todos los años suele registrar caídas en el superávit que, en esta ocasión, ha pasado a ser déficit.
También reconoció que los datos de ejecución están "en línea" con la evolución de la economía, marcada por una "mayor atonía" que en meses anteriores.