José Tomás corta una oreja en Santander
- El diestro madrileño, muy por encima del flojo ganado
- Cortó una oreja al segundo de su lote
- Aunque no hubo puerta grande, Tomás dejó un buen sabor de boca
La esperada reaparición de José Tomás en Santander se ha saldado con unas faenas elegantes y sobrias, premiadas con un oreja en el segundo toro de la tarde. Tomás, que volvía a los ruedos tras las heridas que sufrió en Madrid hace un mes, se ha enfrentado a ejemplares de Victoriano del Río, muy pasados de peso y justos de fuerzas.
En su primero, Tomás estuvo voluntarioso y dejó capotazos de gran belleza y algunos muletazos sueltos muy celebrados. Sin embargo, el animal llegó tan derrotado al último tercio que la faena no alcanzó el vuelo que buscaba el torero.
Estuvo mejor en el segundo, un 'elefante' de 628 kilos que se movió muy poco. Tomás llevó a cabo un larguísimo tercio de muleta, solemne y con un pases de bella factura. La estocada final sirvió para que la plaza de Cuatro Caminos pidiese la oreja, a pesar que el matador escuchó dos avisos.
La tarde no ha estado a la altura de la expectación levantada. Con las entradas por las nubes en la reventa, han sido muchísimos los aficionados que, desde toda España, han llegado a Santander para ver a Tomás. Sin embargo, los taurinos se han ido con un sabor de boca bastante satisfactorio.
El resto de la terna, desigual
Junto a Tomás se presentaban en Santander Francisco Marco, que cortó una oreja en su primero, y Manolo Sánchez. Marco, toreto local, lo hizo realmente bien con el tercero de la tarde, un animal encastado que le permitió lucirse con la mano derecha. Con el segundo no pudo hacer otro tanto, puesto que el toro no se lo permitió.
Por su parte, Sánchez estuvo templado y elegante con el primero, lo que le valió una salida al tercio para saludar. El cuarto, un morlaco de incierta embestida, no tuvo oportunidad para hacer nada.