Enlaces accesibilidad

La primera niña probeta del mundo cumple 30 años

  • Louise Brown llegaba al mundo en Inglaterra
  • Hoy son más de cuatro millones los bebés nacidos por reproducción asistida
  • La medicina reproductiva se enfrenta a nuevos retos
  • La genética hace posible seleccionar embriones sin enfermedades hereditarias

Por
La primera niña probeta del mundo, Louise Brown, posa con unos gemelos en brazos
La primera niña probeta del mundo, Louise Brown, posa con unos gemelos en brazos en su 25 aniversario

Su nacimiento fue considerado un  milagro en las portadas de todo el mundo y llenó de esperanza a millones de parejas infértiles. Loise Brown, la primera niña probeta del mundo, nacía en Oldham (al norte de Inglaterra) con un peso de 2 kilos y 61 gramos tal día como hoy hace 30 años.

Su nacimiento colmó de felicidad a sus padres, el matrimonio  llevaba intentado nueve años tener hijos sin éxito. En su desesperación por ser padres, la pareja se sometió a un tratamiento experimental de fertilidad desarrollado por el fisiólogo de la Universidad de Cambridge Robert Edwards y del ginecólogo Patrick Steptoe. Los investigadores habían creado un embrión fertilizado con un óvulo y esperma de la pareja en un laboratorio y luego lo implantaron en la matriz de la señora Brown, naciendo meses después por cesárea, Louis, a quien sus padres le revelaron todo sobre su concepción cuando tenía cuatro años.

Una sana treinteañera

Tres décadas después, Loise es una rubia mujer rolliza y sana, casada y con un hijo de 18 meses, concebido de forma natural. Su caso ya no es único, ni siquiera en su familia. Su hermana Natalie, nacida sólo cuatro años después también por fecundación in vitro, fue la bebe número 40 venida al mundo por este método.

Hoy en día la fecundación asistida ha perdido su estela de milagro sobrenatural y son ya más de cuatro millones los bebés nacidos por técnicas de reproducción asistida. Ahora, la ciencia reproductiva se enfrenta a nuevos retos para reducir la infertilidad y conseguir que los futuros bebés procreados en el laboratorio crezcan libres de enfermedades.

Nuevos retos

Lo cierto es que la medicina reproductiva ha avanzado a pasos agigantados de manos de la genética permitiendo a muchas mujeres olvidarse de reloj biológico y a muchas parejas superar sus problemas de esterilidad.

Para el subdirector del Centro de Investigación Príncipe Felipe de Valencia y jefe del Laboratorio de Reprogramación Celular, Miodrag Stojkovic; los mayores retos en la investigación en este campo ahora son la obtención de gametos a partir de células madre y el desarrollo del diagnóstico genético de preimplantación, es decir, la selección de embriones libres de enfermedades hereditarias. El experto apunta, sin embargo, que es necesario aumentar los indicadores conocidos de las dolencias genéticas, que son unos 40.

Esta práctica, ya regulada en la legislación en algunos países, como el Reino Unido y España, ha suscitado controversia porque abre la veda de selecciones genéticas relativas a rasgos como el color de los ojos o la complexión física. Si bien, la doctora Marisa López, jefe del servicio de esterilidad del Instituto Marcos desmitifica estas polémicas morales. "Cualquiera que hable de medicina a la carta no ha conocido a ninguna pareja, ni siquiera un vecino o un amigo,  con problemas de esterilidad", ha apuntado. Para la doctora, la hablar de elección de color de ojos o altura "es frivolizar y nos parece mal a todos". 

Por su parte, Stojkovic considera que si se consiguieran espermatozoides y óvulos en el laboratorio a partir de células madre, el número de parejas incapacitadas para tener hijos descendería y la edad de los progenitores podría aumentar.

Perfeccionando la reproducción asistida

A pesar del hito del nacimiento de Brown y de los otros cuatro millones de bebés, la reproducción asistida se enfrenta a varios retos.  Stojkovic ha apuntado a problemas tangibles que no se han solventado, como es la baja tasa de embarazos exitosos tras la implantación de los embriones en el útero materno y las condiciones en las que el embrión pasa sus primeros momentos en el laboratorio, que Stojkovic califica de "por debajo de lo óptimo". "No conocemos mucho de la comunicación que se produce entre la madre y el embrión, por lo que debemos estudiarla más detalladamente para conseguir un mayor número de embarazos", ha severado el experto.

Por su parte, el investigador de la salud de niños fruto de inseminación artificial en el University College London, Alistair Sutcliffe, ha asegurado que la fecundación in vitro es una técnica segura que no afecta a la salud del niño porque, si el embrión no fuera viable, el cuerpo cuenta con mecanismos naturales de aborto.

Ahora bien, ha precisado que el problema de la reproducción asistida es que los especialistas suelen implantar un gran número de embriones en el útero de la mujer, por lo que se dan con frecuencia casos de embarazos múltiples que son arriesgados para los bebés, que suelen ser prematuros, y para la madre.

Además, Sutcliffe se ha mostrado contrario a los tratamientos hormonales de la madre para facilitar que el embrión madure en el útero. "Con el tiempo, las dosis hormonales se han vuelto más precisas y refinadas, pero creo que el ciclo hormonal natural es el más seguro, aunque sea el menos práctico", ha afirmado.

Por último, ambos expertos rechazaron que la clonación humana vaya a ser una realidad porque, han asegurado, "no es necesaria médicamente" y se trata del "narcisismo elevado a la enésima potencia", por lo que expresaron su deseo de que nadie esté investigando en esa dirección.

Sin embargo, Stojkovic ha pedido que no se confunda esta posibilidad con la clonación terapéutica, una técnica de manipulación genética de la que es partidario porque su propósito es erradicar enfermedades hereditarias.