El aeropuerto de Madrid-Barajas estrena una nueva sala de inadmitidos
- La nueva sala servirá para alojar a los viajeros que sean rechazados en la frontera
- Los solicitantes de asilo también usarán las instalaciones mientras se resuelven sus solicitudes
El aeropuerto de Madrid-Barajas ha estrenado una nueva sala de inadmitidos, en la que se interceptará a todos los viajeros que sean rechazados en la frontera y a los que soliciten asilo en España.
La instalación, situada en el edificio satélite de la T-4, cuenta con una superficie de 763 metros cuadrados y dispone de 44 camas para no admitidos y 34 para asilados, además de 10 cunas desmontables.
Ahorro de tiempo
Con la apertura de la nueva sala se evita que los inadmitidos y asilados tengan que desplazarse los 12 kilómetros que separan la nueva terminal de la T-1, en la que ya existe una sala de este tipo con capacidad para 80 personas.
La sala tiene tres despachos independientes, de los que dos son para las entrevistas de la Dirección General de Asilo, y otro más a disposición de las legaciones diplomáticas. Además, se han habilitado seis puestos para la toma de declaraciones, de los que cuatro son para posibles inadmitidos y dos para solicitantes de asilo.
Durante el periodo que permanezcan en las dependencias, los rechazados en frontera serán atendidos por los asistentes sociales, que se encargarán de responder a las necesidades que se les puedan plantear.
Unas instalaciones más confortables
Para ofrecer asistencia sanitaria a los internados, se dispone de un servicio médico permanente en un local contiguo a las instalaciones. También se ha habilitado una sala de juegos infantiles, y se han instalado dos televisores y varias máquinas de bebidas frías y calientes.
El servicio de restauración del aeropuerto se encargará de servir las comidas, donde se incluirán menús adaptados por motivos religiosos, dietas especiales y los biberones para los bebés.
Por otra parte, el servicio de custodia se realizará de manera permanente por agentes del Cuerpo Nacional de Policía, que serán auxiliados por vigilantes de seguridad privada.
Más de un millón y medio de extranjeros
El aeropuerto de Madrid-Barajas recibe anualmente más de un millón y medio de viajeros procedentes de países no comunitarios. Sólo aquellos que no cumplen los requisitos legales de entrada en el país, son inadmitidos a su llegada España. En otras ocasiones solicitan voluntariamente que se les conceda la condición de asilado.
En el caso de ser rechazado en la frontera es obligación de la compañía aérea llevar de regreso al viajero a su país de origen. Los funcionarios de la Policía tienen la obligación de informarle de los derechos y tomarle declaración en presencia de su abogado, tras lo cual, se instruye la propuesta para su devolución.
Mientras se cumple ese trámite, el viajero espera en la sala de inadmitidos. Si su estancia en dicha sala se prolonga más de 72 horas por no existir un vuelo de regreso en un plazo de tiempo inferior, los funcionarios del Cuerpo Nacional de Policía tienen obligación legal de comunicarlo al juez de Instrucción en funciones de guardia para que decida sobre su situación.
Sin embargo, el tiempo medio de estancia de los inadmitidos no suele superar las 24 horas.
Cuando el viajero solicita asilo en nuestro país, el expediente es instruido por la Oficina de Asilo y Refugio. Si prospera su solicitud, se le provee de la documentación necesaria para su estancia en España y, en caso contrario, es devuelto a su país de procedencia.
El perfil del inadmitido suele ser una persona de origen sudamericano que acude a España sin billete de regreso a su país, sin carta de invitación o sin dinero. La cantidad económica que se requiere a los inmigrantes asciende a un total de 540 euros para los primeros nueve días, y 60 euros diarios más cuando se cumple este primer plazo.