La dieta mediterránea, desplazada por grasas y calorías
- La FAO explica que los nuevos hábitos han desplazado a la tradicional forma de alimentarnos
- El resultado es más obesidad y sobrepeso, sobre todo en España, Italia y Grecia
A pesar de ser una de las más recomendadas por los expertos, la dieta mediterránea está siendo desplazada por otros hábitos alimentarios en la cuenca mediterránea, su lugar de nacimiento.
Esta es la conclusión más importante de un estudio de la Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO) realizado por Josef Schmidhuber. El experto asegura que este hábito alimentario basado en frutas y verduras frescas "ha decaído y se encuentra en estado moribundo".
Los españoles, de los que peor comemos
España se encuentra entre los países que más radicalmente ha modificado su forma de alimentarse, según el estudio. Mientras la media de ingesta de calorías en 15 países europeos se incrementó en el 20% entre 1964 y 2002, en España lo hizo en el 30%. Lo mismo ha ocurrido en países como Italia, Grecia, Portugal, Chipre y Malta.
Estos datos se traducen en que más de la mitad de los italianos, españoles y portugueses sufren sobrepeso, aunque la peor parte se la llevan los griegos. Grecia es "el país de la Unión Europea con la media más alta de Índice de Masa Corporal y la tasa más alta de sobrepeso y obesidad" ya que "tres cuartas partes de los griegos tienen sobrepeso o son obesos", según Schmidhuber.
La tradición culinaria en los países mediterráneos se está perdiendo, y, además, ninguno de los estados europeos sigue la recomendación de la Organización Mundial de la Salud (OMS) de que el aporte energético de las grasas no sea superior al 30% en la dieta diaria.
El estudio revela que España es la más 'glotona' al tener un 40% de grasas en su dieta diaria, cuando hace 40 años apenas llegaba al 25%.
Causas diversas
Las causas de este deterioro de la dieta son muy variadas, según el autor del estudio. Sin embargo, destaca la prosperidad económica de Europa meridional, el norte de África y Oriente Próximo, ya que la población ha empleado el dinero en comer más grasas y proteínas animales.
También destaca la incorporación de la mujer al mundo laboral, lo que no deja tanto tiempo para cocinar; el desarrollo de los supermercados y la costumbre de salir a comer fuera de casa.
El informe fue presentado en un seminario organizado por el California Mediterranean Consortium, formado por siete instituciones académicas de Estados Unidos y la Unión Europea para el seguimiento de los productos mediterráneos en el mercado mundial.