Fracasa el primer intento de llegar al fondo del lago Baikal
- Una expedición rusa pretendía alcanzar el récord mundial de inmersión en agua dulce
- No han conseguido sumergirse más de 1.592 metros
- Los dos submarinos que se han sumergido estaban tripulados por tres personas cada uno
- Este proyecto pretende, además, estudiar el lago siberiano
A pesar de haberlo anunciado a bombo y platillo, la expedición que pretendía alcanzar el récord de inmersión en agua dulce en el lago Baikal ha fracasado.
El jefe de la expedición, Artur Chilingarov, ha desmentido que los submarinos rusos Mir-1 y Mir-2 hayan alcanzado el récord mundial a pesar de que anteriormente, desde la propia expedición, se había anunciado que uno de los mini sumergibles había alcanzado los 1.680 metros.
Según los datos que los responsables del proyecto han proporcionado después, el Mir-1 se sumergió hasta los 1.580 metros y el Mir-2 hasta los 1592, es decir, una profundidad inferior a los 1.637 metros que se alcanzaron en el mismo lago a principios de los 90.
Sin embargo, los responsables de la expedición no se dan por vencidos y aseguran que volverán a intentar conseguir el reto.
Los dos submarinos se han sumergido con tres tripulantes cada uno: los dos pilotos, el gobernador de la república siberiana de Buritania, un diputado federal, un científico y uno de los empresarios que ha financiado la operación. Tras seis horas en el interior del lago, han salido a la superficie sanos y salvos.
Los responsables de la expedición llevan algún tiempo preparando esta inmersión, que será la primera de las decenas de descensos que tienen programados para los próximos meses en las profundidades del lago que contiene el 20% de las reservas de agua dulce del planeta.
Además de conseguir el récord de inmersión en agua dulce, este proyecto tiene otros objetivos:
- Conocer la fauna y la flora del lago.
- Saber si el lago contiene reservas de petróleo y gas, especialmente el metano.
- Detectar posibles fuentes subterráneas de procesos termales.
- Tomar datos tectónicos, ya que el lago experimenta unos 2.000 seísmos anuales de baja intensidad.
- Examinar restos arqueológicos.
Otro objetivo de la expedición es concienciar de la necesidad de cuidar la Tierra y, en especial, este lago, ya que su temperatura ha aumentado más de 1º centígrado desde 1946, tres veces más que el resto del planeta.
Algo más que ciencia
Sin embargo, con esta expedición no sólo se pone en juego el prestigio científico de los rusos. El país necesita reforzar su imagen con algún éxito, nacional o internacional, por lo que este proyecto ha adquerido también matices políticos.
Así, con esta expedición, Chilingarov, científico y diputado afín al Kremlin, plantea un nuevo reto a alcanzar por los científicos rusos y una forma de llevar a su país a los medios, algo en lo que tiene práctica. Este político fue también el responsable del proyecto que llevó a Rusia a colocar una bandera en el lecho marino del Polo Norte (a 4.000 metros de profundidad) en agosto de 2007.