Fracasan las negociaciones de Ginebra para cerrar la Ronda de Doha y liberalizar el comercio
- El director general de la OMC, Pasacal Lamy, confirma el bloqueo de las conversaciones
- Las principales potencias que integran la OMC no han llegado a un acuerdo
- La liberalización de la agricultura ha vuelto a ser el principal escollo del proceso
- EE.UU. e India discrepan sobre la aplicación del mecanismo de salvaguardia
- El bloqueo tumba el acuerdo UE-América Latina sobre el arancel del banano
El director general de la Organización Mundial del Comercio (OMC), Pascal Lamy, ha confirmado ante los representantes de los 153 países miembros de esta institución que las negociaciones que han mantenido los ministros de una treintena de naciones para salvar la Ronda de Doha y liberalizar el comercio mundial, han fracasado.
Las principales potencias comerciales (Australia, Brasil, China, Estados Unidos, India, Japón y la Unión Europea, que negocia en bloque) no han alcanzado un acuerdo sobre los puntos clave de la negociación, a saber, cómo y cuánto abrir sus mercados agrícolas e industriales, en cuánto los países ricos debían bajar sus subsidios y qué tipo de protección debía permitirse a los países pobres. El acuerdo previo entre estos grandes países se consideraba indispensable para elevar una propuesta completa que hubiera debatido una Conferencia Ministerial.
En una reunión del Comité de Negociaciones Comerciales de la OMC, órgano que reúne a todos los Estados miembros, Lamy ha declarado estar "profundamente consternado" por la manera en que han terminado las negociaciones, tras nueve días de conversaciones.
"Voy a continuar trabajando por un mejor sistema comercial mundial", ha señalado posteriormente Lamy en rueda de prensa, recalcando, pese al fracaso de las negociaciones, que ha habido progresos. "Había 20 asuntos en la lista de temas a resolver, hemos cerrado 18, pero hemos caído en el 19º", ha señalado, añadiendo que "hemos avanzado seriamente desde el campo base".
Sobre los países responsables del bloqueo, Lamy ha dicho no querer "caer en el juego de las acusaciones". "Tendré que discutir todo esto con los países miembros, pero mi reacción inicial no es la de tirar la toalla", ha subrayado.
La agricultura impide el acuerdo
Por su parte, la representante de Comercio de Estados Unidos, Susan Schwab, ha criticado que algunos países -en referencia a China e India- hayan impedido un acuerdo sobre la Ronda de Doha con su "proteccionismo", en un momento de crisis mundial por los precios de los alimentos.Además, ha lamentado, en declaraciones a la prensa se hayan venido abajo "todos los progresos" conseguidos en los últimos días.
La propia Schwab ha sido quien ha certificado el fracaso de las nagociaciones, en un receso dela reunión, cuando ha anunciado a los periodistas que, pese a que los siete grandes países habían alcanzado posturas próximas, particularmente después de que Lamy una propuesta para la liberalización de los mercadosa agrícolas e industriales, el acuerdo había sido imposible.
"Estábamos tan cerca de poder realizar esto [la Ronda de Doha] y, sin embargo, con la complejidad, con...", ha comentado Schwab, antes de que se entrecortara la voz. Luego ha seguido diciendo: "Es muy desafortunado que el proyecto del viernes [propuesto por Lamy] que negociamos no se vaya a hacer realidad".
Cada uno de los países participantes consideraba que había concedido mucho en este proceso, por lo que todos han exigido contrapartidas significativas de sus socios, lo que ha ido alejando cada vez más sus posiciones. Aunque la apertura de mercados industriales fue la cuestión que más hizo temer en los últimos días un bloqueo de las negociaciones, finalmente ha sido, una vez más, la agricultura la que ha impedido un acuerdo.
Desacuerdo entre EE.UU e India
"Estados Unidos e India no han aceptado el paquete de compromisos. Hemos llegado a un bloqueo", ha explicado una fuente próxima a las negociaciones a AFP. Ahora, los negociadores de los principales países deben reunirse para reflejar por escrito el final de las conversaciones, que han llevado nueve días.
El principal punto de desencuentro entre ambos países habría sido el mecanismo de salvaguardia, que permite a un país aplicar aranceles excepcionales a los productos agrícolas exteriores frente a un fuerte alza de las importaciones o una caída de los precios para proteger a sus agricultores; India pretende que el umbral para que se permita recurrir a este mecanismo esté situado bastante bajo, mientras que Estados Unidos se opone, argumentando que podría convertirse en un instrumento proteccionista.
Antes de volver a la zona de acceso restringido donde se celebran las reuniones, Schwab ha señalado que "no es el momento para decir que la Ronda está colapsando, los compromisos se mantienen sobre la mesa y esperamos respuestas recíprocas". Con todo, el ministro neozelandés de Comercio, Phil Goff, ha señalado que no parece posible alcanzar "la conclusión de esta ronda de negociaciones este año".
La Ronda de Doha se inició en noviembre de 2001 en la capital qatarí y es la primera serie de conversaciones desde que en 1994, el Tratado de Marraquech, que ponía final a la Ronda Uruguay, transformará el Tratado General sobre Tarifas y Aranceles (GATT, en inglés) en la Organización Mundial del Comercio, cuyo fin es liberalizar los flujos comerciales mundiales. Aunque estaba previsto cerrar la ronda en 2004, las dificultades para llegar a un acuerdo, sobre todo en el ámbito agrícola, la han alargado varios años más.
El acuerdo del banano, anulado
Como consecuencia del fracaso de las negociaciones, la UE no ha querido firmar el acuerdo alcanzado el pasado domingo con los países de América Latina para reducir el arancel europeo a la importación de banano. Sin embargo, los países latinoamericanos consideran que el compromiso, con el que dieron por cerrada la llamada guerra del banano está vigente y es jurídicamente independiente del resultado de las discusiones sobre la Ronda de Doha.
El principio de acuerdo recogía que el arancel a las importaciones europeas de banano sería de 114 euros, frente a los 176 actuales, a partir de 2016. Hasta entonces, el arancel se reduciría progresivamente, de forma que, ya en 2009, bajaría a 148 euros por tonelada.