Prohíben la circulación de vehículos en Bagdad para estremar la seguridad en la mayor fiesta chií
Hace un año murieron más de 900 personas en una avalanchaLa policía custodia las rutas hacia el mausoleo de Musa al Kazem, El Ejército iraquí lanza una operación contra los insurgentes con más de 30.000 agentes
El Gobierno iraquí ha prohibido la circulación de vehículos en Bagdad este martes para garantizar la seguridad de los cientos de miles de chiíes que celebran en la capital una de las fiestas más importantes de su calendario religioso.
La prohibición, que ha entrado en vigor a las 05.00 hora local y se prolongará durante 24 horas, se ha adoptado un día después de los brutales atentados que costaron la vida al menos a 26 personas en la ciudad.
Miles de soldados y miembros de las fuerzas de seguridad custodian las rutas hacia el mausoleo de Musa al Kazem, en el barrio de Kazimiya (norte de Bagdad), a donde se dirigen los fieles chiíes para conmemorar la muerte del séptimo imán del chiísmo. El pasado año en la misma fiesta murieron más de 900 personas tras una avalancha por una falsa alarma de atentado terrorista.
El portavoz del plan de seguridad para Bagdad, general Qasem Ata, ha explicado que miembros de al menos seis batallones del Ejército y la Policía participan en este operativo.
El toque de queda para vehículos se ha decretado un día después de que tres mujeres suicidas activaran las cargas que llevaban adosadas a su cuerpo al paso de peregrinos chiíes por el distrito de Karrada, en Bagdad, matando al menos a 26 personas.
Estos ataques han sido los más sangrientos en la capital desde el 17 de junio, cuando 62 personas murieron en otro atentado en el barrio de Al Hurriya.
El ejército iraquí, junto a las fuerzas estadounidenses, han lanzado una campaña contra los insurgentes de Diyala, para fortalecer las medidas de seguridad de la zona. Cerca de 30.000 hombres de las fuerzas de seguridad iraquíes han llegado a la provincia desde distintas zonas del país, según afirman algunas fuentes que no han querido precisar la proporción de militares o policías que hay entre las filas iraquíes.