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Un robot español en la Luna

  • La Agencia Espacial Europea busca en las universidades europeas el próximo robot lunar
  • El diseño creado por estudiantes españoles es uno de los ocho elegidos
  • La competición tendrá lugar en Tenerife en el mes de Octubre

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El robot español que pretende llegar a la luna
Un boceto del robot creado por universitarios madrileños que deberá desplazarse por terreno lunar. Su misión es detectar agua y recoger muestras del suelo.

Las Agencias Espaciales tratan de encontar una respuesta a la pregunta de si hay agua en la Luna. En el pasado, se han localizado indicios de ello pero no hay una conclusión definitiva.

Para conseguir sus objetivos la Agencia Espacial Europea desafía a los estudiantes europeos a crear un robot capaz de acceder a un cráter lunar, detectar la presencia de agua  y recoger muestras del suelo.

Un grupo de estudiantes de la Universidad Politécnica de Madrid que ha trabajado bajo la supervisión de investigadores y profesores del Grupo de Robótica y Cibernética, ha conseguido que el robot que han diseñado sea seleccionado y la ESA financie el diseño.  

Los universitarios participarán en la competición internacional, junto con otros siete diseños de universidades europeas. El concurso tendrá lugar en el mes de Octubre en el Parque Nacional del Teide, Tenerife. El lugar ha sido seleccionado por la facilidad de simular en él un terreno similar al que podría presentar un cráter lunar.

Tareas del robot

La prueba a la que se someten los estudiantes se acerca mucho a la realidad de las operaciones espaciales. Es obligatorio que el vehículo sea teledirigido desde una estación de mando y control localizada fuera del cráter y sin visibilidad directa. 

El robot compuesto de aluminio y ruedas de fibra de carbono se encuentra todavía en proceso de construcción. Claudio Rossi, coordinador de este proyecto, ha explicado que "la parte mecánica está en los talleres pero el robot estará listo para Septiembre".

Todos los robots participantes deben conseguir desplazarse desde el punto de aterrizaje hasta alcanzar el borde de un cráter al que deberán descender. Se enfrentarán  a una pendiente que puede alcanzar los 40 grados.

Cuando acceda al fondo del cráter, a 15 metros de profundidad, el robot debe localizar y recoger al menos 100 gramos de material lunar del suelo. Luego tendrá que abandonar el cráter escalando la pared para regresar al lugar de aterrizaje.

Los retos

El profesor Claudio Rossi, uno de los coordinadores de este trabajo, ha afirmado en declaraciones a rtve.es que los principales retos del proyecto son "la locomoción en un entorno complicado; las dificultades de la comunicación entre el puesto de mando y el control y el vehículo explorador (cuando éste se encuentre en el interior del cráter); y el telecontrol del propio vehículo, que deberá recoger muestras sin visión directa".

"El motor de toda la aventura lo han puesto los estudiantes" explica su profesor Rossi, "han entendido que este proyecto da visibilidad a la investigación y al espacio".

Claudio Rossi comenta también que "el interés de esta iniciativa reside en ser capaces de detectar agua en la luna. Se pretende crear allí una base permanente con seres humanos desde donde partirán en el futuro las misiones a marte".

El coordinador del proyecto ha reseñado que las dificultades que las operaciones espaciales tienen para el ser humano, cuando se desarrollan en un entorno hostil, justifican el empleo de robots y la continua investigación en tecnologías que permitan operar en estos entornos.