Sacrificada en Inglaterra una ballena varada en un estuario
Una ballena de ocho metros de longitud y seis toneladas de peso ha tenido que ser sacrificada en Hampshire, al sur del Reino Unido, donde el cetáceo quedó varado el día 1 de agosto. La ballena, que permaneció casi doce horas varada, padecía un fallo renal irreversible, lo que, al final, llevó a veterinarios y ecologistas a decidir que lo mejor era acabar con la vida del animal.
Para sacrificarla, los especialistas le administraron una inyección letal. Acabó así el sufrimiento del animal, que, a pesar de los grandes esfuerzos de los equipos de rescate, era incapaz de volver a mar a bierto y de alimentarse por sí misma.
Sus rescatadores habían logrado poner a flote al mamífero marino con ayuda de pontones flotantes en aguas poco profundas, pero no consiguieron que se recuperase del todo.
La ballena era de la misma familia de que la que subió por el Támesis hasta la altura de Londres en enero del 2006 y que murió finalmente durante el rescate.