El ejército se despliega en las principales ciudades italianas para reforzar la seguridad
- Unos 3.000 soldados vigilarán los centros "sensibles" en los próximos seis meses
- Patrullarán junto a la Policía y los Carabinieri, aunque no podrán realizar detenciones
- La mayoría de los italianos están de acuerdo, mientras oposición y Policía critican la medida
Cientos de militares italianos han comenzado ya a patrullar las calles y vigilar objetivos sensibles y centros de inmigración en las principales ciudades del país para reforzar la seguridad, medida que se prolongará durante los próximos seis meses.
Se trata de los primeros soldados de los 3.000 que, vestido de uniforme o de camuflaje, patrullarán el país para reforzar la sensación de seguridad, según se recoge en el decreto sobre seguridad del Ejecutivo italiano que ha sido aprobado por el Parlamento y que incluye también medidas para facilitar la expulsión de inmigrantes ilegales.
En concreto, los militares están ya desplegados en nueve ciudades italianas: Bari, Catania, Padua, Palermo, Turín, Verona, Roma Milán y Nápoles. En las trs últimas también custodiarán monumentos, embajadas y estaciones de ferrocarril.
Todos ellos están integrados en grupos mixtos junto a Policías y Carabineros (policía militarizada), con los que realizan las rondas a pie con un arma corta aunque sólo podrán realizar detenciones en casos de flagrante delito.
Roma, Milán, Nápoles
La estación de metro de Anagnina y los alrededores de la iglesia de San Juan de Letrán son algunos de los lugares de Roma donde se han situado los militares, de los que por el momento han llegado 195 soldados de los 1.060 previstos.
Sin embargo, no estarán en los lugares más turísticos del centro por decisión del alcalde Gianni Almemano, que quiere evitar dar una imagen militarizada de la Ciudad Eterna.
Los soldados pueden verse también en la plaza de la Catedral de Milán, ciudad a la que han llegado ya 150 de los 424 previstos, que se desplegarán también en doce lugares como la embajada estadounidense y la estación central.
Además, patrullas mixtas de militares y fuerzas del orden en las calles de Nápoles (suroeste), en las que colaboran hoy 40 soldados de los 179 previstos, vigilan, entre otros lugares, la céntricas plazas del Plebiscito y Triestre.
Buena acogida ciudadana
Las opiniones entre los ciudadanos son en buena parte favorables a la presencia del Ejército en aras de una mayor seguridad, aunque otros han mostrado su escepticismo.
"Ya era hora, los estábamos esperando. Me siento más segura, los gitanos ya no intentarán robarme el bolso ni la cartera", ha indicado una mujer romana a medios locales en la estación de metro de Anagnina.
Otro ciudadano ha destacado también que en la estación no se ven grupos de gitanos, etnia contra la que se ha extendido un sentimiento de gran desconfianza en todo el país.
En el lado opuesto, un jubilado se ha mostrado escéptico pues en tantos años ha visto "iniciativas de este tipo. Los primeros días parece que algo cambia pero con el tiempo todo vuelve a ser como al principio".
Para un joven, entrevistado por la televisión "hay otros medios para lograr la seguridad y no me parece éste el mejor".
Críticas de la oposición
La iniciativa ha sido criticada por la oposición al considerar que se militariza el país, así como por sindicatos de Policía, que la han calificado de "operación de fachada".
Por el momento, se trata de una experiencia limitada a seis meses, después de los cuales se evaluará la eficacia de la media y podrá renovarse por otro medio año, con un coste de 31,2 millones de euros para lo que resta de año y otros tantos en 2009.