Gwyneth Paltrow anima a los americanos que viven en el extranjero a votar a Obama
- La actriz estadounidense recuerda a los seis millones de expatriados que cada voto cuenta
- Pretende explotar el tirón de Obama en el extranjero tras su gira por Europa
"Yo vivo en Londres, pero tú puedes votar desde cualquier lugar del mundo". Lo podría decir cualquier de los miles de expatriados estadounidenses que viven en la capital británica, pero lo hace uno de los más conocidos, la actriz Gwyneth Paltrow.
Ella es la cara visible de una campaña lanzada por el Partido Demócrata para recavar votos de los millones de personas que no podrán ejercer su derecho en suelo de EE.UU. en las elecciones presidenciales del próximo mes de noviembre.
El objetivo: movilizar a un electorado tradicionalmente proclive al partido de Barack Obama pero que suele quedarse en casa el primer martes de noviembre.
De hecho, en las últimas elecciones parlamentarias, celebradas en 2006, cuando tan solo uno de los seis millones de residentes en el extranjero depositó su papeleta en la urna en alguna embajada de EE.UU.
"Si vives en el extranjero, tienes que hacerlo. Cada voto contará", vaticina la oscarizada actriz, que reside en Londres con su pareja, el cantante de Coldplay, Chris Martin.
De esta forma, pide a los expatriados que se registren para votar en noviembre lo más pronto posible, junto a otros ciudadanos anónimos que hablan de la necesidad de cambiar las cosas y de la facilidad del proceso para votar desde el extranjero.
Para ello, piden que se informe en la página web VotefromAbroad.com.
Todos hacen hincapié en la necesidad de votar sin mencionar a Obama o al Partido Demócrata, hasta que la última persona que aparece en el vídeo confirma que este mensaje está impulsado por la candidatura de Obama.
Tras ella, un rótulo confirma la sospecha: "Vota demócrata. Vota Obama. Vota desde el extranjero".
Este vídeo, que ya se puede ver en Youtube y que sólo se difundirá por Internet, llega tras la exitosa gira europea de Obama, que contrasta con su pérdida de fuerza en los sondeos tras acusarle su rival, John McCain, de ser más una estrella mediática que un político.