Aumenta la alerta antiterrorista y la presión sobre los periodistas extranjeros en China
- Agredieron y detuvieron a dos periodistas japoneses y a un fotógrafo de AFP
- El gobierno de Japón ha protestado por el trato a sus informadores
- El celo por la seguridad aumenta la presión en Xinjiang y en Pekín
- En las última horas se han detenido a 18 "agitadores extranjeros"
- Todo sobre los Juegos Olímpicos en el especial de rtve.es
A sólo tres días de los Juegos Olímpicos, las autoridades chinas han aumentado hoy las medidas de seguridad en Pekín y en Xinjiang.
La página web oficial del Gobierno de Xinjiang ha informado del incremento de las medidas de seguridad, hasta el punto de que en los autobuses públicos de la capital regional, Urumqi, se han colocado policías armados, al menos uno por vehículo. Los policías disponen de gases lacrimógenos y efectúan registros a los viajeros si lo consideran necesario.
El celo por la seguridad en Xinjiang ha producido incidentes entre policía y paramilitares chinos con periodistas extranjeros que intentaban cubrir el ataque en Kashgar: dos periodistas japoneses y otro de la Agencia France Presse (AFP) fueron agredidos y parte de su material fue destruido, según denunciaron los reporteros.
La seguridad también ha aumentado en Pekín, donde ayer se produjeron rifirrafes entre policía y manifestantes cerca de la Plaza de Tiananmen. A partir de ahora, los periodistas que quieran realizar entrevistas en la céntrica plaza deben ir escoltados y sólo pueden acceder a la plaza por el lado este, según las autoridades de la ciudad.
Acoso a la prensa
Tras el atentado con explosivos contra una comisaría de policía ayer en la región de Xinjiang, donde fallecieron 16 policías y otros 16 resultaron heridos, ha aumentado la presión y la vigilancia sobre la prensa extranjera.
En los enfrentamientos entre policía y periodistas llegaron a agredir y detener a Shinji Katsuta, de 37 años que resultó herido levemente. El otro detenido es Masami Kawakita, un fotógrafo de 38 años que trabaja para el diario "Chunichi Shimbun".
Los paramilitares trasladaron a los dos reporteros japoneses hasta la habitación de un hotel cercano, donde fueron golpeados con tal violencia que agarraron al fotógrafo de la cabeza y lo aporrearon contra el suelo.Al cabo de dos horas, fueron liberados, según el informe recogido por el Club de Corresponsales Extranjeros de China.
En otro episodio similar, un grupo de policías irrumpió en la habitación de hotel de un fotógrafo de AFP y le obligó a borrar las imágenes que había captado del área del ataque. Según la agencia, policías vestidos de paisano siguieron y vigilaron a los periodistas mientras éstos se movían por Kashgar, donde la policía dio órdenes de cortar toda conexión a internet.
Hasta el momento han sido detenidos un taxista y un verdulero, de 28 y 33 años, como presuntos autores del ataque que mató a 16 policías, según informó hoy la autoridad de seguridad pública de Xinjiang (noroeste de China).
Además, 18 "agitadores extranjeros" han sido arrestados en Xinjiang, según confirma un funcionario de la región un día después del atentado. Sin embargo, el secretario del Partido de Kashgar, Shi Dagang, dijo a periodistas que las personas detenidas estaban relacionadas con un incidente anterior.
Japón protesta ante China
La sede del "Chunichi Shimbun" en Tokio ha protestado por este nuevo ataque contra la prensa extranjera y por la destrucción de parte del equipo y material fotográfico de su corresponsal, una protesta a la que se ha sumado Nippon Television.
Según fuentes cercanas al incidente, las autoridades locales conocen los hechos y han prometido pedir disculpas por un ataque que puede provocar protestas por parte del gobierno japonés, que vive un inusual momento de buenas relaciones con China.