Francia deja en libertad a la ex terrorista italiana Marina Petrella, en estado de desnutrición
- La liberada fue miembro del grupo terrorista de extrema izquierda Brigadas Rojas
- Fue condenada en Italia a cadena perpetua y se encuentra en vías de extradición
- Hasta ahora permanecía hospitalizada por "transtornos depresivos y suicidas"
- Un Tribunal francés ha decidido su libertad por su delicado estado de salud
El Tribunal de Apelación de Versalles, a las afueras de París, ha dejado en libertad bajo control judicial a la ex brigadista Marina Petrella, condenada en Italia por terrorismo y que se encuentra en vías de extradición a ese país, por su delicado estado de salud.
El abogado de la ex brigadista ha declarado esta mañana de que la evolución del estado de salud de su cliente no es "compatible con una situación de detención".
Hasta ahora, la ex brigadista permanecía hospitalizada, bajo custodia policial, en el hospital psiquiátrico parisino de Sainte-Anne, aquejada de "trastornos depresivos y suicidas" y en estado de desnutrición. En una reciente carta enviada a sus familiares decía la activista que prefería "morir libre antes de que me entierren viva" en una cárcel italiana.
Petrella, de 54 años, deberá informar a las autoridades judiciales de sus lugares de hospitalización y tendrá la obligación de residir en su casa de Argenteuil (a las afueras de París), cuando salga del centro médico en el que se encuentra.
Sarkozy pidió su indulto a Berlusconi
La puesta en libertad de Petrella no anula el trámite de su extradición a Italia, que ha sido decidido ya por las autoridades francesas pero está pendiente de que se resuelva un recurso de la defensa ante el Consejo de Estado.
Petrella, que llevaba un año detenida en Francia, fue miembro del grupo terrorista italiano de extrema izquierda Brigadas Rojas, y fue condenada en Italia en 1992 a cadena perpetua por complicidad en el asesinato de un comisario.
El pasado 10 de julio, el presidente francés, Nicolas Sarkozy, anunció que había escrito a su homólogo italiano, Giorgio Napolitano, y al primer ministro, Silvio Berlusconi, para solicitarles el indulto de Petrella.
La turbulenta historia de una terrorista
Bajo el nombre de guerra de 'Virginia', Marina Petrella tocó techo en el terrorismo al participar en el secuestro y asesinato en 1978 del ex primer ministro Aldo Moro, tan sólo dos años después de ingresar en las Brigadas Rojas, que sembraron el terror en Italia en la década de los ochenta.
Tras un breve período en la cárcel de 18 meses, Petrella regresó directa a la cúpula de la banda y su actividad se volvió más violenta. En 1982 asesinó a Sebastiano Vinci, comisario de policía y secuestró al magistrado Giovanni d'Urso, entre otros atentados.
De nuevo dio con sus huesos en la cárcel en 1982 y, de nuevo, salió a los 18 meses tras agotar la prisión preventiva y tener a su hija entre rejas. Seis años después, con más actos terroristas incluidos, Petrella volvió al banquillo para ser juzgada por el asesinato de Moro y en 1992 fue condenada a cadena perpetua.
Al no ordenarse una orden de ingreso inmediato en prisión, Petrella voló a Francia con su hija, donde rehizo su vida con un jardinero de origen argelino. Sin embargo, hace un año, en agosto de 2007, la policía francesa arrestó a la ex terrorista, que ha permanecido en la cárcel mientras se tramitaba la orden de extradición a Italia, que firmó en mayo el primer ministro, François Fillon.