Un montañero español asegura que ya son 18 los fallecidos en el K-2

• Desvela que Paquistán da por muertos a los miembros de una expedición norteamericana
• El balance de fallecidos en la sucesión de accidentes en la montaña era de 12 personas
• El montañero italiano atrapado llega al campamento base y espera el rescate

El balance de fallecidos en la sucesión de accidentes que se produjeron en el K2 hace tres días asciende ya a 18 personas, según ha explicado el montañero Alfredo García, que se encuentra de regreso desde el Himalaya tras coronar el Broad Peak.

García ha relatado que las autoridades paquistaníes y chinas dan por fallecidos a varios miembros de una expedición de la que no se tiene noticias desde el pasado dos de agosto ya que "físicamente, es imposible que sigan vivos a más de 8.000 metros".

Esa expedición estaría compuesta, principalmente, por norteamericanos, que en el último mes habían coincidido en varias ocasiones con montañeros mejicanos que acompañan a Alfredo García en su regreso desde el Himalaya a Islamabad.

Estas informaciones incrementarían la cifra de muertos oficial en esta catástrofe, que ayer se situaba en doce fallecidos, aunque ya se reconocía que había varios desaparecidos más.

El montañero ha subrayado su "alivio" porque entre las víctimas no haya ningún español y ha subrayado que "tras esta catástrofe hay que analizar muchas cosas para que no vuelvan a pasar en el futuro".

Así, ha explicado, en el K2 se sucedieron varios accidentes en el mismo día, "uno de ellos por un desprendimiento" que "no se podía prever" pero otros de los montañeros "atrapados" en la cumbre del K2 "hicieron cumbre demasiado tarde, alrededor de las ocho de la tarde, y así era imposible descender con seguridad".

Último superviviente

Más suerte ha tenido el montañero italiano Marco Confortola, que ha bajado a pie al campamento base, aunque la intensa niebla ha hecho imposible el rescate por helicóptero del peor desastre sucedido en la segunda montaña más alta del mundo.

"Estoy en el campamento base, estoy verdaderamente feliz de estar aqui por fin y estar vivo", ha declarado en una conversación telefónica vía satélite citada por el webiste www.montagna.tv.

"Ahora me doy cuenta de que todos están muertos", ha lamentado a renglón seguido.

Confortola ha conseguido aguantar cuatro noches a 8.000 metros y descender poco a poco al campamento, que está a 6.000.

"Ahora solo quiero quitarme los zapatos, porque mis pies están terriblemente dañados", ha añadido el montañero.