Enlaces accesibilidad

Los militares mauritanos dan un golpe de Estado para recuperar el poder que perdieron en 2007

  • El presidente y el primer ministro permanecen arrestados por los militares
  • Los militares había estado en el poder desde 2005 y en 2007 fueron desalojados
  • Ahora han anunciado un Consejo de Estado dirigido por los generales
  • En Mauritania hay 25 guardia civiles españoles que, según Interior, están bien
  • Exteriores afirma que la colonia española, unas 150 personas, está también bien

Por
Los militares dan un golpe de estado en Mauritania

Los militares han dado un golpe de Estado en Mauritania con el objetivo de recuperar el poder que perdieron en las elecciones de 2007. El día en que el presidente Sidi Ould Cheikh Abdallahi -ahora arrestado- anunciaba su destitución, los militares han tomado el poder por la fuerza y han anunciado la creación de "un Consejo de Estado". Por otro lado, el gobierno español ha informado de que la colonia española en el país está bien.

El día comenzaba con la noticia de la destitución de la cúpula militar, pero ésta, no ha aceptado ese anuncio y ha hecho efectivo su asalto por la fuerza al poder del país africano. Los militares han detenido al presidente y su primer ministro, han ocupado las calles, la radio y la televisión públicas que tras unas horas 'en negro' ha emitido un comunicado de los militares: la creación de un Consejo de Estado.

El Consejo estará presidido por el jefe de Estado Mayor del Ejército, el general Mohamed El Ghazuani, quien había sido destituido horas antes, en una decisión que no reconocen del que ya califican de ex presidente.

El Gobierno, bajo arresto

La hija del presidente mauritano ha contado en la emisora francesa Radio France International que su padre ha sido detenido por sus propios guardaespaldas. "Agentes del BASEP (Batallón de Seguridad Presidencial) entraron en casa a las 09.20 (las 11.30 hora peninsular española) y se llevaron a mi padre", ha contado la hija del presidente de Mauritania.

Por su parte, el ministerio de Asuntos Exteriores francés ha informado de que un grupo de generales mantiene retenido al primer ministro del país, Yahya Ould Ahmed Waghf. La televisión Al Jazeera asegura además que el jefe de la guardia presidencial ha ocupado el palacio presidencial en Nuakchot, la capital.

La radio y la televisión nacional han cesado sus emisiones y su edificio está rodeado por los soldados, según han contado varios testigos a la agencia de noticias AFP.

Cambios en la cúpula militar

La noticia que ha desencadenado el golpe ha sido la información que a primera hora ha publicado la Agencia Mauritana de Información (AMI): la destitución del jefe del Estado Mayor del Ejército, el general Mohamed el Ghazuani y la del jefe de la Guardia Presidencial, el general Mohamed Uld Abdelaziz (principales artífices del golpe).

Tras anunciar estos ceses, el jefe del Estado mauritano nombró al frente del Ejército al coronel Abderahman Uld Bakr y al coronel Mohamed Ahmed Uld Ismail lo situó a la cabeza de la Guardia Presidencial. El presidente mauritano había también reorganizado la dirección de la gendarmería y de la guardia nacionales, según la agencia local.

Crisis de Gobierno

Abdallahi llegó al poder con su victoria en las elecciones de marzo de 2007 y sustituyó a una Junta Militar que había gobernado el país tras derrocar en un  sangriento golpe de estado al presidente Muauia Uld Taya (presidente de 1984 a 2005). 

Desde que llegó al poder Abdallahi, ha afrontado numerosas críticas por la subida de precios y por los ataques que Al Qaeda ha llevado a cabo en el norte de África.

Abdallahi había pedido hace unos días al primer ministro, Yahya Ahmed El Waghef, que formara un nuevo gobierno tras la dimisión en bloque del anterior.

Se trata de la mayor crisis a la que se ha enfrentado el presidente, Abdallahi,  desde que llegó al poder en 2007. Abdallahi, pertenece a una élite blanca dentro de Mauritania. Nacido en 1938, estudió en Dakar, Senegal y en Francia, matemáticas, física y química. En los 70 ocupó varios cargos en el Gobierno, incluido el de Ministro de Economía; en los 80 fue ministro de Energía y Asuntos Hidráulicos, y de Pesca.

La república islámica de Mauritania -un desierto en buena parte- fue una colonia francesa y en los últimos años se ha convertido en uno de los nuevos países productores de petróleo.

Los españoles están bien

El embajador español en Mauritania, Alejandro Polanco, ha informado de que la colonia española -unas 150 personas- está bien y que aunque los soldados han tomado las calles de Nuakchot, "no ha habido disparos ni heridos". El ministerio español del Interior asegura que los 25 guardia civiles desplazados en Nuadibú (costa mauritana), para controlar la inmigración ilegal, están bien.

El Ministerio del Interior español se ha puesto en contacto con el contingente de guardias civiles destinados en Nuadibú, en la costa mauritana, y ha constatado "normalidad" en su situación. Según Esteriores, también la colonia española en Mauritania -compuesta por unas 150 personas- está bien.

Además, en declaraciones a RNE, la cooperante Isabel Suárez, ha asegurado que la situación está "tranquila a la espera de ver que pasa". "Sabemos que en la calle hay militares pero, en principio, no hay jaleo", ha añadido Suárez, que asegura no tener mucha información ya que la televisión y la radio están intervenidas. 

La embajada se ha puesto en contacto con todos los españoles en el país, en su mayoría cooperantes y trabajadores de la cancillería, y que los tiene a todos controlados. Por el momento, se descarta evacuar a la colonia española, parte de la cual está de vacaciones y fuera del país.

El departamento que dirige Miguel Ángel Moratinos permanece en alerta para ver cómo se desarrolla la situación y si procede o no la evacuación de la colonia española, entre la que hay miembros del Cuerpo Nacional de Policía desplegados para combatir la inmigración ilegal.

En cuanto a los guardias civiles, en Nuadibú hay alrededor de 25 agentes en funciones de vigilancia de las costas mauritanas para prevenir la salidad de cayucos. La mayoría prestan servicio a bordo de la Patrullera Río Duero y un grupo más reducido lo hacen pilotando un helicóptero que sobrevuela la zona para divisar las embarcaciones que ponen rumbo a Canarias.