Localizan en Ginebra al gourmet suizo desaparecido tras cenar en El Bulli
- Se encuentra sano y salvo en Ginebra, segun Radio Nacional
- La Interpol tiene imágenes del gourmet en un cajero de la ciudad suiza
- Los investigadores desconocen los motivos de su desaparición
- Pascal Henry desapareció hace 56 días tras cenar en el restaurante de Girona
- ¿Por qué crees que desapareció sin dejar rastro? Cuéntanoslo en los comentarios
Los Mossos d'Esquadra han localizado al gastrónomo suizo Pascal Henry, de 46 años, que desapareció hace 56 días en extrañas circunstancias tras cenar en el restaurante El Bulli, en la localidad de Roses, en Girona.
Según ha informado Radio Nacional, el suizo se encuentra sano y salvo en Ginebra. La desaparición ha mantenido en vilo a los Mossos d'Esquadra, que ha peinado la zona en busca del gourmet desaparecido.
La Interpol tiene pruebas de que el gastrónomo ha estado en Suiza días después de su desaparición, ya que ha sido visto en Ginebra. El pasado día 5, Interpol-Berna (Suiza) comunicó a Interpol en España que entre los días 18 de junio y 9 de julio Henry había retirado fondos en entidades bancarias de Ginebra.
La presencia en estos cajeros del gastrónomo suizo, de 46 años, había sido confirmada tras analizar las imágenes que captaron las cámaras de seguridad en esas entidades. Nada más tener conocimiento de esta novedad en la investigación de la desaparición de Henry, el Cuerpo Nacional de Policía se puso en contacto con los Mossos d'Esquadra, que han finalizado la búsqueda del gastrónomo.
Dado que Henry ha reaparecido en su país de origen después de que se le perdiera la pista en España, los investigadores desconocen ahora los motivos que le llevaron a desaparecer de esa manera.
Realizaba una ruta gastronómica
Henry, reconocido gourmet suizo, realizaba una ruta gastronómica por los 68 restaurantes más distinguidos de Europa, aquellos que cuentan con tres estrellas en la Guía Michelín.
Acababa de cenar en el restaurante de Ferran Adrià, elBulli. Salió con toda normalidad de local para coger una tarjeta de visita, dejando sobre la mesa en la que había cenado un sombrero, unas fotos y la libreta donde iba registrando todas sus impresiones gastronómicas con la idea de plasmarlas en un futuro un libro.
Su siguiente cita era en el restaurante de Arzak, en el País Vasco, al que nunca llegó. No llegó a presentarse a esta cita, ni a su siguiente reserva para el Akelarre de Pedro Subijana y Martín Berasategui.