José Tomás, en estado grave tras las dos cornadas sufridas en El Puerto de Santa María
- El esperado mano a mano de Tomás y Morante acabó en fiasco y casi en tragedia
- El diestro madrileño sufrió dos importantes cornadas
- Ha sido operado y su estado es "grave"
José Tomás ha vuelto a la enfermería. Tras las graves cogidas del 15 de junio en Madrid, el diestro de Galapagar fue herido de nuevo el domingo 10 de agosto en El Puerto de Santa María, donde, mano a mano con Morante de la Puebla, se enfrentó a ganado de Núñez del Cuvillo.
El torero ha sido operado de una cornada en el glúteo derecho con dos trayectorias, una lateral derecha y otra lateral izquierda, de 7 y 8 centímetros respectivamente. Además, se le ha intervenido por otra herida en la axila derecha, de 9 centímetros de longitud. El último parte médico mantiene el estado de "grave".
Decepción
Largamente esperada, la corrida que enfrentaba a las escuelas de Madrid y Sevilla acabó en una gran decepción, porque los toros no estuvieron a la altura y porque José Tomás, en otro alarde de valor, resultó gravemente corneado.
Y eso que la tarde había empezado bien, con Tomás quitando por ceñidas chicuelinas al gordísimo primer toro. Después, el diestro trató de trastearlo con su habitual estilo lleno de pundonor y coraje, pero fue arrollado por el animal, que lo dejó herido de mala manera en el glúteo y en la axila. No se arredró José Tomás, que siguió toreando, aunque sin brillo. Con el tercer toro, justo de fuerzas, Tomás trató de que la faena tomara vuelo, pero con muy poco éxito.
Por fin, con el quinto, Tomás tiró la toalla y lo trasteó sin más: el toro no merecía ni ese esfuerzo. Bruso y malintencionado, el toro hizo imposible el quehacer del matador.
Morante, sin suerte
Por su parte, Morante de la Puebla estuvo voluntarioso y se lución por verónicas en el cuarto. Hubo que esperar al sexto para que el sevillano apuntase lo mejor de su arte, con una tanda de derechazos que anunciaban el éxito. Claro que todo quedó ahí, porque el espadazo hizo guardia y la magia desapareció. También es cierto que los animales no colaboraron para nada con Morante.
Por si fuera poco, Morante tuvo que pasar por la enfermería por culpa de un problema respiratorio. Lo dicho: tarde de decepción tras muchos meses de expectación.