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Joker ha muerto, ¡viva Joker!

  • Desde la muerte de Heath Ledger, se ha rumoreado sobre la calidad de su interpretación
  • La imagen histórica de dar un Oscar a un actor muerto seduce a Hollywood
  • Los críticos elogian de forma unánime su transfiguración en la película

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La escena ha empezado ya a discurrir por la mente de todos los guionistas frustrados de Hollywood. Noche de febrero de 2009 en el Kodak Theatre de Los Ángeles. Llaman a los nominados a mejor actor principal, pero el premiado no acude a recogerlo...porque ha muerto más de un año antes de una habitación de hotel de Nueva York por sobredosis.

Desde que se conoció la muerte de Heath Ledger, circulaban rumores sobre su interpretación de Joker en El caballero oscuro. Incluso los fans del actos crearon una web pidiendo el voto para la candidatura al oscar del australiano.

El resultado ha sido muy efectivo: buena parte de la culpa del récord de taquilla que ha batido la película en Estados Unidos y en Europa tiene que ver con el morbo de ver en el celuloide las últimas palabras de alguien que pasó a mejor vida.

Clamor de la crítica

Igualmente, los críticos se han rendido de manera unánime al Joker del actor australiano, pese a que se resistan a estar influenciados por su muerte.

"Esto no es porque Heath Ledger muriese en enero, aunque el hecho quizá haya añadido una cierta melancolía al film. Es porque la interpretación de Ledger es tan intensa y tan duradera, es porque, a pesar de máscara de locura, es una interpretación tan sutil y llena de matices que borra de la memoria al guaperas australiano que hay detrás de ella", dice Stephen Hunter, el crítico de Washington Post.

Y es que el maquillaje ha borrado cualquier resquicio del sex simbol que interpretó a Casanova, a Bob Dylan y al vaquero 'gay' Ennis del Mar en sus últimos tres trabajos.

Un psicótico más que un clown

Sin embargo, el aspecto del Joker que interpreta Ledger dista del que hace casi veinte años encarnó el gran Jack Nicholson. Si éste optó, en su línea, por la gestualidad y el histrionismo, Ledger le da un punto enigmático que le acerca más a un `psicópata¿ de cine que a un `clown¿ de cómic.

"Como el Yago de Ricardo III, como el Hannibal Lecter de Anthony Hopkins o el Javier Bardem de No country for old men, este no es un maniático metódico, hablando o contándole a alguien sus motivaciones. En un punto Ledger agita sus manos y dice, agitadamente, que no tiene sentido buscar algo racional detrás del maquillaje corrido del arlequín psicótico", detalla Michael Phillips, el crítico de Chicago Tribune.

De hecho, la referencia que más se han repetido a la hora de comparar el Joker de Ledger tiene poco que ver con el mundo de fantasía de Gotham: es más bien el Malcolm McDowell de La naranja mecánica y su irracional sadismo.

Eso sí, como el Joker de Nicholson, Ledger 'roba' casi todos los planos a Batman, que acaba reducido a mero reverso positivo del villano anarquista que busca hacer el mal para sembrar el caos.

Sabor a Oscar

Tanto es así, que de actor secundario puede pasar a principal. Mientras tanto, los críticos ya especulan en voz alta sobre sus posibilidades ante los académicos.

"¿Vale el Oscar?" , se pregunta Ty Barr, el crítico del Boston Globe, que se responde de inmediato. "Seguro, si hay una forma de medir esas cosas pero, al final, el hallazgo es mayor que ese, o más duro: Te hace llorar por la muerte estúpida de un hombre con talento con nueva y vigorosa pena".