ETA se había limitado a su habitual 'campaña de verano' tras el atentado de Legutiano
- El verano ha estado marcado por la desarticulación del Comando Vizcaya
- Ese grupo pretendía secuestrar y atentar contra objetivos policiales y políticos
- Los últimos atentados de la banda han sido en playas de Cantabria y Andalucía
- Tras la ruptura del alto el fuego, seis personas han muerto a manos de ETA
Hasta el atentado fallido con una bomba-lapa contra un policía de Bilbao este martes, la banda ETA se había limitado en los últimos meses a atentar contra intereses empresariales o turísticos. Su útimo atentado mortal fue el atentado contra la casa cuartel de Legutiano (Álava), donde murió un guardia civil el 14 de mayo.
La investigación de ese atentado precipitó la desarticulación del Comando Vizcaya, que planeaba ataques contra políticos y fuerzas de seguridad y que fue responsable de la mayoría de los ataques de la banda en los meses precedentes.
El el agente Juan Manuel Piñuel ha sido el último atentado contra las fuerzas de seguridad y también contra personas, excepción hecha del ataque por unos encapuchados al coche del miembro del PP en Bilbao Modesto Fernández Doval, el 31 de julio.
Después, la banda se ha centrado en su campaña de verano, que inició el 20 de junio con cuatro artefactos en las playas de Noja y Laredo. Sólo hubo una herida leve.
El 29 de julio, la banda también hizo estallar una bomba de escasa potencia en Torremolinos , sin causar heridos. Al contrario que en Cantabria, ETA no avisó de su colocación y el artefacto hizo explosión mientras la gente paseaba por la playa.
También se atribuye a ETA la colocación de otro artefacto en la capital vizcaína el pasado 11 de agosto, que la policía autónoma vasca retiró de retiró de un portal sin que hiciera explosión.
La última acción de la banda se remontaba al 17 de agosto en Málaga. Entonces explotaron dos bombas de "pequeña entidad" una en una playa de la capital y en las inmediaciones del Puerto Deportivo de Benalmádena, que no causaron heridos.
Verano de detenciones
Sin embargo, no todo han sido malas noticias durante la temporada estival. El pasado 22 de junio la Guardia Civil desarticulaba el Comando Vizcaya, que se saldó con una decena de detenidos, una de las operaciones más importantes en la lucha antiterrorista. Entre los detenidos estaba el cabecilla del grupo, Arkaitz Goikoetxea, cuyas declaraciones han sido fundamentales para posteriores registros.
De hecho, a partir de ese día las noticias con respecto a la banda fueron constantes. El día 25 de junio se conocieron los planes de ETA para el verano. Querían repetir un secuestro como el de Miguel Ángel Blanco con el edil socialista en Eibar Benjamín Atuxta. El miembro del PP Ramón Rabanera, una furgoneta de la Ertzaintza en Getxo y el turismo en Andalucía eran otros objetivos previstos por la banda y confesados por Goikoetxea.
También se hallaron dos zulos que la banda tenía en las localidades riojanas de Panzuegos, en el que escondían 125 kilos de explosivos, y Valgañón. Y se registraron cuatro pisos que la banda mantenía en esa misma comunidad y que utilizaban como centro de operaciones. Uno de esos pisos estaba situado en la localidad de Ezcaray, donde el juez Fernando Grande-Marlaska tiene su segunda residencia.
Seis muertos desde el alto el fuego
Tras la ruptura del último alto el fuego, la banda ha cometido cuatro atentados mortales, en los que han muerto seis personas.
El 30 de diciembre del 2006 un coche bomba con más de 200 kilos de explosivos mató en el aparcamiento de la Terminal-4 del aeropuerto de Madrid-Barajas a dos ciudadanos ecuatorianos: Carlos Alonso Palate y Diego Armando Estacio.
El 1 de diciembre del 2007, tres presuntos miembros de ETA asesinaron a la salida de un centro comercial en la localidad francesa de Capbreton, en el departamento francés de las Landas, al agente de la guardia civil Raúl Centeno y dejaron en estado crítico a su compañero Fernando Trapero, que murió días después.
Y el 7 de marzo de este año, el ex concejal socialista en Arrasate-Mondragón Isaías Carrasco fue asesinado a tiros en esa localidad guipuzcoana por un pistolero de ETA. El atentado se produjo dos días antes de las elecciones generales del 9 de marzo.
El siguiente atentado mortal, el 14 de mayo, fue contra la casa cuartel de Legutiano, que la banda perpetró con una furgoneta bomba.