EE.UU. y Polonia firman el acuerdo para instalar el escudo antimisiles que Rusia califica de amenaza
- El escudo para evitar misiles de largo alcance estará operativo en el año 2012
- La secretaria de Estado de EE.UU. dice que el escudo "no apunta a nadie"
- El presidente polaco, Lech Kaczynsky, califica el acuerdo de "gran éxito" para su pueblo
- Se completará con un rádar que Estados Unidos va a instalar en Chequia
- Rusia ve en el escudo estadounidense una amenaza a su propia seguridad
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La secretaria de Estado norteamericana, Condoleeza Rice, y el ministro polaco de Asuntos Exteriores, Radoslaw Sikorski, han firmado este miércoles el acuerdo que permitirá a Estados Unidos instalar su escudo antimisiles en Polonia, algo que cuenta con la férrea oposición de Rusia, que lo considera una amenaza a su propia seguridad.
Después de 18 meses de duras negociaciones, Estados Unidos recibe al fin luz verde para desplegar en territorio polaco diez bases de misiles, con el objetivo, según Washington, de interceptar posibles ataques balísticos provenientes de Irán o Corea del Norte.
Se trata de un escudo virtual de alta tecnología, que se prevé que esté operativo a partir del año 2012, estará unido a un potente radar que se instalará en la República Checa, país con el que la administración Bush firmó un acuerdo el pasado 8 de julio.
"No apunta a nadie"
La secretaria de Estado norteamericana, ha asegurado que el escudo es un sistema balístico que "no apunta a nadie", "que nos ayudará a protegernos frente a las nuevas amenazas del siglo XXI, como los misiles de largo alcance que puedan provenir de países como Irán o Corea del Norte".
"Se trata de un proyecto que reafirma nuestra cooperación estratégica y nuestra amistad con Polonia", ha subrayado Rice. Por su parte, el presidente polado, Lech Kaczynski, ha calificado de "gran éxito" para el pueblo polaco la instalación del escudo antimisiles en su territorio. EE.UU. se ha comprometido a ayudar a las defensas aéreas polacas como contraprestación.
La instalación del escudo antimisiles viene a echar más leña al fuego que calienta los ánimos entre Estados Unidos y Rusia, después -sobre todo- de que la guerra de Georgia haya llevado a Washington y a la OTAN a replantear las relaciones con Moscú.