Uno de los psicólogos que atienden a los familiares "Nuestro trabajo es que las víctimas dejen de serlo"
Francisco Luque es psicólogo clínico del hospital madrileño Gregorio Marañón y es uno de los forenses que trabaja en IFEMA atendiendo a los familiares de las víctimas del accidente de Barajas. Tiene más de 30 años de experiencia en ayudar a la gente a superar situaciones traumáticas. RTVE.es ha conseguido que explique cómo es su labor en un momento de descanso de su ir y venir atendiendo a los familiares de las víctimas.
P - ¿Cómo están ayudan los psicólogos a las víctimas en un momento tan duro? ¿En qué consiste su trabajo?
R - Trabajamos con personas normales en situaciones anormales, es decir, en condiciones normales no hubieran necesitado ayuda psicológica. Son personas en crisis, que tienen una situación de cambio radical en su trayectoria personal.
¿Cómo se rescata a un náufrago? Pues yendo con una barca. Apoyándolos, comprendiendo su sufrimiento. Nuestro trabajo consiste en que las víctimas dejen de serlo, que se conviertan en afectados.
No tienen que quedarse varados en la tragedia, para eso les damos una labor asistencial: les hacemos ver la importancia de su papel en la recuperación de los heridos. Ellos son como un faro que les devuelve a su propia vida. Esto no les hace felices, pero les estabiliza porque por lo menos pueden ser útiles en esta tragedia.
P - ¿A cuántos ha atendido ya hoy en IFEMA?
R - He atendido a unos cuantos. Primero les dices "¿Cómo te encuetras?" y, cuando contestan, captas la comunicación verbal y sobre todo la no verbal, que es la auténtica.
P - ¿Ha vivido alguna tragedia como ésta anteriormente?
R - Llevo 30 años y me dedico a esto todos los días. Me han tocado atentados terroristas. De hecho, coordiné al equipo del Gregorio Marañón durante el 11-M y escribí un libro con la experiencia ('Superando el trauma: la vida tras el 11 M').
P - ¿Cómo están ustedes de ánimo?
R - Estamos muy animados, porque podemos hacer algo en la tragedia. Estamos en la trinchera ayudando a la gente. Si tú ves a un náufrago y vas con la barca, difícilmente puedes sentirte mal.