El Consejo de Seguridad Nuclear exige a las centrales análisis más exhaustivos
- La decisión llega horas después del incendio de Vandellós y del fallo de la central de Garoña
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El Consejo de Seguridad Nuclear exige a las nucleares la realización de análisis radiológicos mucho "más minuciosos y exhaustivos", tras los últimos incidentes registrados en las plantas de Cofrentes (Valencia), Ascó y Vandellós (Tarragona). Esta mañana, la central de Garoña, en Burgos, también ha parado su reactor tras detectar un fallo en una operación de ajuste.
En declaraciones a EFE el subdirector general de Instalaciones Nucleares del Consejo (CSN), Javier Zarzuela, ha señalado que las plantas ya están haciendo este tipo de análisis, pero "no con la exhaustividad" que se les va a reclamar ahora.
Los muestreos radiológicos e isotópicos de la atmósfera, el suelo y de vertidos líquidos o gaseosos deberán ser "más detallados" y habrán de realizarse en áreas "más amplias" del emplazamiento nuclear, ha precidado el subdirector general.
Además, el Consejo de Seguridad ha acordado convocar a una reunión a todas las empresas propietarias de activos nucleares, representadas en el denominado "comité de enlace", para
El encuentro estaba previsto para finales de año, pero el CSN ha decidido lo ha adelantado al mes de septiembre, como consecuencia de los últimos sucesos en Cofrentes, Ascó, Vandellós II.
En lo que va de año, Vandellós II ha notificado al CSN siete incidencias -la última ayer tras sufrir un incendio en la turbina-; la de Cofrentes ha declarado dos veces la prealerta de emergencia, y en Ascó se detectó la presencia de partículas radiactivas en el exterior del edificio.
Suceso en Garoña
Esta mañana, la central nuclear de Santa María de Garoña II (Burgos) ha parado automáticamente su reactor al detectar un fallo durante unas operaciones de ajuste de las protecciones eléctricas, ha informado el Consejo de Seguridad Nuclear (CSN).
El suceso ha sido clasificado dentro Nivel 0 en la Escala Internacional de Sucesos Nucleares (INES), que va del cero al siete. Según una nota de prensa difundida por el CSN, "debido a un fallo de estos ajustes, se ha producido la actuación de una protección del turboalternador, que ha dado lugar a la parada automática del reactor"
Nuclenor, la empresa titular de la central de Garoña, ha dado cuenta del suceso al Consejo de Seguridad Nuclear a las 10.25 horas de la mañana.
Según ha señalado el organismo regulador de energía nuclear, los sistemas de seguridad de la central respondieron de forma correcta, de acuerdo a su diseño, y no ha supuesto ningún riesgo para los trabajadores, la población o el medio ambiente.
La planta ha anunciado que retomará su actividad en las próximas horas tras acoplarse a la red eléctrica y mañana alcanzará potencia máxima.
La de Santa María de Garoña es la central nuclear más veterana de España. Funciona desde 1971 y es la última que queda de las llamadas 'de primera generación'. En 1999, el Gobierno renovó su concesión por otros diez años, hasta 2009. Entonces tendrá que pronunciarse de nuevo sobre su futuro.
Entre julio y agosto, Garoña sufrió otro suceso en las baterías de suministro ininterrumpido, clasificado dentro del Nivel 1 en la escala INES, el cuarto en lo que va de año. Ante "el cúmulo de problemas técnicos y errores humanos" en la central, Greenpeace ha pedido al Gobierno que cumpla sin demora su promesa de cerrarla, así como la de presentar un plan de cierre de las demás nucleares.
Denuncia de los ecologistas
Por otra parte, Greenpeace y Ecologistas en Acción han denunciado en un comunicado que el incendio que se declaró este domingo en la sala de turbinas de la central nuclear de Vandellós II se produjo por un escape de hidrógeno que, en contacto con el oxígeno del aire, provocó una deflagración.
Ambas asociaciones piden al Consejo de Seguridad Nuclear (CSN) que haga "un ejercicio de transparencia y publique las causas del incendio y aclare los problemas y fallos ocurridos en el edificio de turbinas de la central nuclear antes del accidente de ayer".
Por eso, solicitan al CSN que permita la entrada en la central de observadores independientes para verificar el estado en que han quedado los equipos del interior del edificio siniestrado y para poder apreciar la magnitud del incendio.
Según el Consejo de Seguridad Nuclear, el incendio "no tuvo ninguna consecuencia radiológica" y los sistemas de seguridad de la central "actuaron correctamente". Pero ha acordado enviar una inspección al reactor de la central de Vandellós II para verificar las circunstancias que provocaron la prealerta de emergencia y conocer en detalle el alcance de los daños producidos por el fuego.
En 1989, otro incendio en la zona de turbinas, esta vez en la central nuclear de Vandellós I, provocó un escape de hidrógeno que ha sido catalogado como el peor accidente nuclear de las centrales españolas. Un año más tarde, el Gobierno clausuró la central y puso en marcha un plan para desmantelarla. Actualmente, el reactor se encuentra en estado de latencia, a la espera de que desaparezca la radioactividad directa.