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Aitor Zubillaga, detenido en Francia, en libertad tras conocer la 'euroorden' que pesa en su contra

  • Se le buscaba como presunto integrante del 'comando' que el año pasado huyó de Castellón
  • Ya ha sido puesto en libertad, después de que se le haya leído una 'euroorden' en su contra
  • Un taxista le identificó como el acompañante del terrorista, también detenido, Ander Múgica
  • Múgica cogió el taxi en Castellón para dirigirse a Tarragona pero lo abandonó al ver un control
  • En su huida se dejó una mochila con explosivos y detonantes

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Detenido el presunto miembro de ETA, Aitor Zubillaga, uno de los más buscados

El presunto etarra Aitor Zubillaga Zurutuza fue detenido ayer en el sur de Francia, según fuentes de la lucha antiterrorista. Se le buscaba como presunto integrante del 'comando' que el año pasado huyó de Castellón dejando explosivos en un taxi.

El arresto se produjo en la localidad de Gotein-Libarrenx, en el distrito de los Pirineos Atlánticos, en cumplimiento de una euro-orden, ya que Zubillaga tiene dos requisitorias pendientes en la Audiencia Nacional, según estas fuentes.

Zubillaga está reclamado por la justicia española por actos de violencia callejera, precisaron las fuentes.

Tras su arresto, Zubillaga Zurutuza, nacido en Zumárraga (Guipúzcoa) en 1977, ha sido puesto a disposición de la justicia gala en la ciudad de Pau en la tarde del martes. Una vez en el juzgado, el fiscal ha leído a Zubillaga la 'eurorden' que se ha emitido en su contra y, posteriormente, ha ordenado que sea puesto en libertad. El detenido no estaba en una situación ilegal, sino que vivía con su compañera. Ahora, ha sido citado para el próximo martes, 2 de septiembre, cuando tendrá que comparecer ante la Justicia.

Se dejó explosivos en un taxi

El verano pasado, según informaron entonces fuentes de la investigación, fue reconocido por un taxista de Castellón como la persona que acompañaba a Ander Múgica Andonegi. Según el testimonio del conductor Zubillaga, era el compañero que despidió a Múgica en la estación de Renfe cuando este cogió el taxi el 19 de julio de 2007.

Múgica abandonó después precipitadamente el vehículo en el que viajaban hacia Tarragona al detectar un control policial en la N-340 a la altura de la localidad de Torreblanca, dejándose una mochila con explosivos en el taxi.

En concreto, abandonó una fiambrera de color blanco con seis detonadores y dos temporizadores del tipo lapa preparados con ampolla de mercurio.

Además, se localizó una una bolsa con cordón detonante y otra bolsa de plástico con un polvo blanco que podría ser pentrita, un explosivo que necesita de poca cantidad para un provocar un efecto devastador.

Violencia callejera

Zubillaga ya había tenido problemas con la Justicia. En octubre de 2000 fue detenido por la Ertzaintza en Legazpi acusado de formar parte de un grupo organizado dedicado a la violencia callejera.

En concreto, el juez Juan Del Olmo que entonces estaba en la Audiencia Nacional le envió a prisión por quemar una sede social del PNV y la vivienda y el coche de un concejal del mismo partido, así como por enviar una carta amenazante contra el alcalde de Legazpi, el peneuvista Juan Ramón Larrañaga.

Detención de Múgica

A Múgica, por su parte, se relaciona con el atentado de la T-4 que costó la vida en diciembre de 2006 a dos ciudadanos ecuatorianos. Fue detenido en Cahors (Francia) en septiembre de 2007 junto a otros tres presuntos etarras, miembros del aparato militar de ETA: Luis Ignacio Iruretagoyena, Alaitz Aramendi y Oihan Barandalla.

Las Fuerzas de Seguridad del Estado identificaron una de sus huellas entre las recogidas en el coche con más de cien kilos de explosivo que fue abandonado por ETA el 21 de junio de 2007 en la localidad onubense de Ayamonte al detectar la presencia de un control de la Guardia Civil.

Desde 2002 Múgica se encontraba en paradero desconocido. El 5 de enero de ese año fue detenido junto a otros seis jóvenes por formar parte del grupo de entre 25 y 30 encapuchados que pretendía atacar varias entidades bancarias y la comisaría del Cuerpo Nacional de Policía de Irún.

Cuatro días después, el juez de la Audiencia Nacional Juan del Olmo le dejó en libertad bajo fianza de 15.000 euros.

El etarra, actualmente encarcelado en el país galo, será entregado temporalmente a las autoridades españolas para hacer frente a las causas pendientes con la Justicia española. La Audiencia Nacional cuenta para ellos con los datos obtenidos a través del envío de una comisión rogatoria al lugar de su detención en Francia.