En Japón, antes de pedir una cerveza, dicen "miau"
- En la capital nipona existen cafeterías para jugar con gatos
- El servicio cuesta 3,1 euros por media hora y 0,93 euros más por cada 10 minutos
- Un tercio de los japoneses vive solo
Cafeterías con gatos como camareros. En el popular barrio de Akihabara, la meca de la tecnología, el manga y los videojuegos de Tokio, existe, desde enero de este año, un establecimiento que ofrece la compañía de gatos por 500 yenes (3,1 euros) por media hora.
Según la dueña de la cafetería gatuna Neko JaLaLa, Mariko Nakamura, los gatos proporcionan cariño, compañía y un ambiente de relajación que muchos nipones "estresados", y amantes de estos felinos, necesitan, ya que, además, en muchas casas de Tokio está prohibido tener mascotas.
Nakamura ha asegurado que durante la semana laboral pasan unas 30 ó 50 personas, de todas las edades, por el local, aumentando el número a 60 en los fines de semana.
Y es que no es de extrañar que esta idea haya tenido tanto éxito en Japón, donde un tercio de las personas viven solas y el sentimiento de soledad es uno de los mayores del mundo.
Pero, además, este país asiático ha mostrado su amor por los animales; el sector de mascotas japonés tiene un valor estimado de más de un billón de yenes (más de seis mil millones de euros).
Hay que lavarse las manos con alcohol antes del servicio
Una vez que se entra en la cafetería y antes de relacionarse con los gatos, es obligatorio ir al baño a lavarse las manos, primero con un jabón especial y luego con alcohol, por razones de higiene.
El servicio es muy simple: 500 yenes (3,1 euros) por media hora de estancia rodeado de gatos, pudiendo renovarse cada 10 minutos a cambio de 150 yenes (0,93 euros).
En la cafetería se pueden consumir bebidas como café, té, zumo e incluso cerveza, pero no se sirve comida.
Idea original de Taiwán
La idea de este tipo de cafetería llegó de Taiwán, de donde un nipón que pasaba por su capital (Taipei), importó el concepto para ponerlo en práctica en Osaka, la tercera mayor ciudad de Japón, hace cuatro años.
Desde entonces, en plena primavera para el sector de las mascotas japonés, han florecido decenas de cafeterías de gatos en Japón.
No obstante, y a pesar de tanto éxito, Nakamura no esconde su preocupación por el futuro de estos animales y espera que sus dueños sean verdaderos "amantes de gatos".