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HRW denuncia el uso de bombas de racimo en el conflicto entre Rusia y Georgia

  • Asegura que ambos bandos han recurrido a este tipo de armamento
  • Rusia niega haber usado estos proyectiles, aunque Georgia ha admitido su uso
  • Según la organización, al menos 14 personas han perdido la vida por esas bombas

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La organización Human Rights Watch ha denunciado que al menos 14 personas han perdido la vida en Georgia a causa de la utilización de bombas de racimo en el conflicto entre rusos y georgianos por el control de la provincia separatista de Osetia del Sur.

Según HWR, varias de las víctimas de estas armas -que se abren dispersando numerosas bombas de pequeño tamaño, similares a minas antipersonales- fallecieron en los ataques aéreos rusos, pese a que Moscú niega haber utilizado estas armas.

La responsable de armas de HWR, Bonnie Docherty, ha señalado en rueda de prensa que Georgia, por su parte, ha reconocido haber usado bombas de racimo, que recientemente renunciaron a usar más de un centenar de países. "Los ataques con estas armas que no discriminan entre combatientes y civiles no combatientes constituyen una violación del derecho humanitario internacional", ha afirmado Docherty.

La responsable de HWR asegura que los ataques rusos sobre la localidad de Ruisi, el 12 de agosto, mientras las fuerzas rusas empujaban a los georgianos más allá de Osetia del Sur, mataron a tres personas e hirieron a otras cinco.

El mismo día, al menos ocho civiles murieron y docenas resultaron heridos en otro ataque aéreo ruso sobre Gori, ha añadido, citando como fuente los observadores que HWR ha desplegado sobre el terreno tras la intervención de Rusia.

Según Docherty, HRW ha recibido un correo electrónico del Ministerio de Defensa ruso que admite el uso de bombas de racimo M85 en un ataque en el túnel de Roki, entre Rusia y Osetia del Sur, al inicio del conflicto. Asimismo, cientos de M85 -fabricadas por Israel- cayeron sobre la localidad de Shindisi, aunque los observadores de HRW no han podido determinar quien las lanzó.

En cualquier caso, Docherty ha instado a rusos y georgianos a colaborar con los equipos desplegados para eliminar las minas de la zona.