La FAO logra un acuerdo para frenar la pesca indiscriminada
- El documento recoge las directrices para proteger las aguas profundas
- Se recomienda identificar los ecosistemas vulnerables e incluso cesar la pesca si es necesario
Los países miembros de la FAO han acordado unas directrices internacionales para limitar el impacto de la pesca sobre las especies y el hábitat de las aguas profundas.
Los países con flotas pesqueras deberán respetar estas normas cuando operen en zonas de alta mar fuera de las aguas bajo su jurisdicción nacional, que es donde se localizan la mayoría de las pesquerías en aguas profundas.
Dos años de negociaciones
El acuerdo, cuya negociación ha durado dos años, señala que toda la actividad pesquera en esas zonas tiene que ser "gestionada de forma rigurosa" y desarrolla las medidas necesarias para identificar y proteger los ecosistemas vulnerables.
Entre las recomendaciones figura el cese de la actividad pesquera en las áreas en las que "se esté produciendo un importante impacto en los ecosistemas marinos vulnerables".
Para ello, cada país tiene que evaluar la pesca de sus flotas en aguas profundas para determinar si hay impactos negativos. El acuerdo también señala la necesidad de utilizar el método de pesca más apropiado para evitar el impacto en las especies no buscadas.
El director adjunto de la FAO de Pesca y Acuicultura, Ichiro Nomura, ha destacado que hasta ahora no había un marco internacional para regular esta cuestión. La dificultad para alcanzar unas normas que satisfagan a todos los países costeros ha retrasado tanto este avance.
Muchas especies de peces de aguas profundas crecen despacio, alcanzan su madurez sexual tarde, y no siempre se reproducen cada año, por lo que son poco resistentes a la pesca intensiva.
Otras especies amenazadas, como los corales y las esponjas de agua fría, también presentan un reto.