La furgoneta en la que se quemaron dos niños rodó por una pendiente, chocó y derramó el gasóleo
- El vehículo estaba aparcado en una pendiente y con el frontal hacia atrás
- Un aviso alertó de que salía una densa humareda de la furgoneta estacionada
- Tras deslizarse por una pendiente, chocó y se produjo una pequeña explosión
- El combustible derramado provocó llamas de hasta 25 metros de altura
Un día después de la muerte de dos niños en un vehículo incendiado en Quintanar del Rey (Cuenca) comienzan a conocerse los detalles del suceso. La furgoneta en la que perecieron los pequeños estaba estacionada en una pendiente. Al parecer, se deslizó por ella hasta chocar contra un bordillo y acabó ardiendo entre llamas que alcanzaron los veinticinco metros de altura.
Martin Febrián, alcalde de esta localidad manchega, se desplazó al lugar del suceso cuando en el Ayuntamiento se recibió el aviso de que había un vehículo ardiendo en el interior de una fábrica de compost.
Según el alcalde, la furgoneta tenía apenas un año de antigüedad. El padre de los dos niños la estacionó en el aparcamiento de la empresa 'Sustratos Ecológicos Quintanar', poco antes de las cinco de la tarde.
El vehículo estaba en pendiente y con el frontal hacia atrás. El padre dejó a los niños dentro y 'se dirigió a la empresa para hacer unas gestiones. Cuatro minutos después, ha relatado el alcalde, salía una "gran humareda, la furgoneta se fue desplazando hacia abajo y chocó contra el bordillo del jardín de la empresa", tras lo cual saltó el tapón del depósito de gasóleo, que se desparramó en un diámetro de veinticinco metros".
La combustión del gasóleo provocó una "pequeña explosión" que originó unas llamas de veinticinco metros de altura.
El alcalde no ha precisado si el padre -que quedó en libertad tras declarar anoche ante la Guardia Civil- había dejado el vehículo con el motor encendido y si los niños se quedaron sujetos o no a sus sillitas de seguridad.
Mientras se investigan las causas del suceso, el Ayuntamiento ha decretado tres días de luto. Los cuerpos de los menores están en el depósito de cadáveres del depósito de Cuenca a la espera de que se les practique la autopsia. Serán enterrados este sábado en Quintanar del Rey.