Del verano a clase: cómo adaptarse de nuevo al colegio tras las vacaciones
- Los psicólogos aconsejan ir adquiriendo los nuevos horarios unos días antes
- Recomiendan repasar con los niños utilizando los nuevos manuales
- En el caso de los niños que van por primera vez es bueno que conozcan el centro
- La vuelta al colegio no debe suponer una ruptura radical con las actividades del verano
Llevan más de dos meses sin madrugar, con horarios más flexibles y sin apenas tocar los libros, en el mejor de los casos. Lo normal es que no los hayan vuelto a abrir desde junio. Después de más de 60 días de vacaciones tienen que volver a la rutina y los padres deben preparar a sus hijos para que el comienzo del curso sea lo más suave posible.
A lo largo de este mes de septiembre, más de siete millones de niños regresan a las aulas. Algunos llegan a ellas por primera vez, y también ellos tienen que acostumbrarse a una nueva realidad desconocida.
Valentín Martínez-Otero, doctor en Psicología, Pedagogo y profesor de la Universidad Complutense de Madrid, recomienza que en los días previos se vayan ajustando los horarios de forma gradual. "De otro modo le va a costar más la reincorporación y va a estar cansado", explica. "Hay que evitar en la medida de lo posible los cambios bruscos y muy intensos".
No obstante, lo ideal es que se hayan mantenido las rutinas durante el verano ,aunque los horarios hayan podido ser más flexibles que durante el curso escolar, según comenta Martínez-Otero.
El psicólogo educativo Jesús Ramírez, que trabaja en el Colegio Fuentelarreyna en Madrid, también apunta a la necesidad de "acostarse a una hora prudente y levantarse a la misma hora a la que se vaya a ir al colegio" en los días previos a la vuelta al cole.
Durante estos días, aconseja también repasar "un poco por las mañanas lo del año anterior para que no lleguen tan en blanco". Para ello utilizar los libros nuevos que suelen tener unas primeras lecciones de repaso. El hecho de que el material sea nuevo puede animar al niño a volver a coger los manuales.
Pero la vuelta al cole no debe suponer una ruptura con el verano. Al igual que se aconseja que en los últimos días de vacaciones se vayan adquiriendo las rutinas del curso, Ramírez aconseja que los primeros fines de semana de la vuelta al colegio se aprovechen para ir a la piscina o realizar actividades parecidas a las que se han hecho en verano.
Al colegio por primera vez
Algunos niños pisarán por primera vez el colegio este curso. Valentín Martínez-Otero explica que, en este caso, es "muy importante que el niño se familiarice con el entorno, por lo menos físico, unos días antes". Los padres pueden llevarle al nuevo centro para que "hasta donde sea posible tome contacto con la nueva realidad". Es posible que a sus futuros compañeros no los vaya a ver hasta el primer día de colegio, pero quizá sí que sea posible que conozca a los educadores.
Ramírez explica que en el colegio donde trabaja en Madrid lo que hacen es un aterrizaje gradual para los más pequeños que el primer día van "un ratín solamente con los padres". El segundo día se quedan algo más y al tercero se quedan ya solos.
El niño ha de saber que "el centro es un lugar de aprendizaje y la formación no está reñida con el disfrute", comenta Martínez-Otero. Este psicólogo y pedagogo insiste en la importancia de "maximizar los aspectos positivos y minimizar los negativos". Hay que insistir en que va a seguir aprendiendo, en que se va a encontrar con sus amigos de nuevo y en que puede realizar otras actividades.
Actividades extraescolares
Con la vuelta al cole llegan también las actividades extraescolares. Los padres empiezan estos días a pensar a qué van a apuntar a sus hijos durante este curso, pero los psicólogos advierten del peligro de sobrecargar a los niños y de no contar con ellos para la planificación de su tiempo libre.
La elección de las actividades "tiene que hacerse con el diálogo con el niño, salvo que este sea muy pequeño", explica Martínez-Otero, que insiste en que hay que planificar "no tanto para el niño, sino con el propio niño". Hay que tener en cuenta "sus intereses y aficciones, sus posibilidades y limitaciones y sus necesidades". Sobrecargar al niño puede resultar contraproducente.
Jesús Ramírez se pronuncia en el mismo sentido. "Muchos niños asisten a actividades que no les interesan para nada, hay que contar con sus gustos" y concencerles de lo interesante que pueden resultar algunas actividades como las clases de idiomas o la práctica de deporte si necesitan reforzar estos ámbitos pero se muestran reticentes.