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Tres de los ocho islamistas acusados de complot terrorista en el Reino Unido, declarados culpables

  • Se les acusaba de intentar poner bombas en vuelos
  • El tribunal les considera culpables de conspirar para matar a personas
  • El jurado no halló pruebas de que los acusados intentaran derribar aviones
  • Tras quellos hechos, los países europeos impusieron nuevas normas de aviación
  • Los acusados han alegado que lo único que pretendian era causar espectáculo político

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Tres de los ocho musulmanes británicos acusados de complot son declarados culpables

Tres de los ocho musulmanes británicos acusados de un complot para derribar con explosivos líquidos de fabricación casera aviones transatlánticos en pleno vuelo en el año 2006 han sido declarados culpables de un complot terrorista a gran escala. Otros cinco no han sido acusados.

Según la cadena britanica BBC, tras más de 50 horas de deliberación, el jurado no ha hallado pruebas de que esos cinco acusados estuviesen implicados en un complot específico para derribar aviones, como afirmaba la acusación.

La desarticulación de la trama en agosto del 2006 provocó el caos en los aeropuertos y la suspensión de más de 1.000 vuelos en plena temporada de vacaciones, además de motivar la imposición en los aeropuertos de toda Europa de nuevas medidas de seguridad contra el terrorismo.

El jurado, formado por ocho hombres y cuatro mujeres, no ha logrado emitir veredictos en el caso de otros cuatro imputados -Ibrahim Savant, Arafat Waheed Khan, Waheed Zaman y Umar Islam, y ha absuelto al octavo -Mohammad Gulzar-.

La ministra británica del Interior, Jacqui Smith, ha declarado sentirse "en deuda" con la policía y los servicios de seguridad quienes, "desarticulando este grupo, han salvado un número incontable de vidas humanas".

Durante el juicio, que arrancó el 3 de abril pasado, la acusación alegó que los ocho hombres planeaban introducir explosivos líquidos en los aviones para eludir los controles de seguridad de los aeropuertos. Una vez en los aviones, los acusados completarían y detonarían los artefactos explosivos tras el despegue.

Según la acusación, el supuesto complot podría haber causado un número de bajas sin precedentes y un impacto similar a los atentados del 11 de septiembre del 2001 contra Estados Unidos.

Pero, en su defensa, los hombres -que habían grabado vídeos denunciando las políticas de Occidente- aseguraron que lo único que planeaban era causar un espectáculo político y no asesinar a nadie.