Mugabe y la oposición llegan a un acuerdo para repartirse el poder en Zimbabue
- El presidente surafricano anuncia que el próximo lunes se firmará el pacto entre las partes
- Ese día también se constituirá un gobierno con Mugabe de presidente y Tsvangirai de primer ministro
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El presidente de Suráfrica, Thabo Mbkei, ha anunciado que el presidente de Zimbabue, Robert Mugabe, y el principal partido opositor del país, el Movimiento por el Cambio Democrático (MDC) han llegado a un acuerdo para repartirse el poder.
Según ha anunciado en una declaración oficial, la firma oficial del acuerdo se producirá en una ceremonia solemne el próximo lunes, que pondrá punto y final a meses de crisis política que han hundido la economía del país.
Ese mismo día se anunciará los nuevos componentes del gobierno de unidad nacional, en el que, previsiblemente, Mugabe ejercerá de presidente y Tsvangirai de primer ministro.
Antes, el propio Tsvangirai ha confirmado el acuerdo al dejar el lugar donde se ha desarrollado el último tramo de las negociaciones en Harare, la capital del país.
Fuentes del gobierno de Zimbabue han coincidido en que se ha llegado a un pacto, unas palabras que tienen especial valor tras las continuas acusaciones de Mugabe de que la oposición estaba conspirando con las potencias occidentales para quitarle los poderes ejecutivos, algo que han negado en el MDC.
Mbeki ha ejercido de mediador delegado por los países del entorno desde hace meses y ha logrado sentar en una mesa a los aparentemente enemigos irreconciliables Mugabe y Tsvangirai.
Culebrón político
De esta forma se cierra un conflicto político desatado el pasado mes de marzo, cuando el MDC venció en las elecciones parlamentarias al partido de Mugabe, Zanu PF, por primera vez en 28 años.
Además, Tsvangirai se impuso a Mugabe en la primera vuelta de las elecciones por poco más del 50%, lo que obligó a celebrar una polémica segunda vuelta entre acusaciones de manipulación de resultados por parte de los partidarios de Mugabe.
Tras sufrir diversas detenciones tanto él como sus compañeros y refugiarse en la embajada de Holanda, Tsvangirai decidió no presentarse a la segunda vuelta y pidió a la comunidad internacional que no reconociese el resultado.
Sin embargo, Mugabe siguió adelante con el proceso electoral, siendo investido presidente con la condena de la ONU y una postura ambigua por parte de la Unión Africana.
Finalmente, Tsvangirai se sentó a negociar con Mugabe en un proceso que se ha alargado durante meses hasta alcanzar un acuerdo de reparto de poder similar al logrado en Kenia en las dos facciones rivales.