El ejército boliviano rechaza la "intromisión" de Chávez
- El comandante en jefe, Luis Trigo, comparece para condenar las injerencias externas
- Subraya que no tolerarán que ningún militar o fuerza extranjera pise el suelo del país
- Chávez advirtió de que si derrocaban a Morales apoyaría un movimiento armado
El comandante en jefe de las Fuerzas Armadas de Bolivia, general Luis Trigo, ha advertido al presidente de Venezuela, Hugo Chávez, y a la comunidad internacional que rechazan las "intromisiones externas de cualquier índole, vengan de donde vengan" en sus conflictos internos.
Las Fuerzas Armadas de Bolivia "no permitirán que ningún militar o fuerza extranjera pisen territorio nacional", ha asegurado Trigo durante una comparecencia ante los periodistas en la que leyó un comunicado junto a otros jefes militares.
De esta forma, el ejército boliviano ha dado una respuesta firme a Hugo Chávez, que aseguró ayer que si al gobernante boliviano, Evo Morales, lo "derrocaran" o lo "mataran" le estarían "dando luz verde para apoyar cualquier movimiento armado en Bolivia".
Conservar la independencia
"Al señor presidente de Venezuela, señor Hugo Chávez, y a la comunidad internacional le decimos que las Fuerzas Armadas rechazan enfáticamente intromisiones externas de cualquier índole", señala textualmente el comunicado leído por el general Trigo.
En su comunicado, las Fuerzas Armadas expresan que defenderán y conservarán la independencia y unidad de Bolivia garantizando el "imperio de la Constitución Política del Estado".
También han destacado su compromiso de "seguir trabajando en el desarrollo integral del país".
El Alto Mando militar de Bolivia ha dado a conocer este mensaje en un momento crítico del país, sacudido esta semana por una ola de violentas protestas contra el Gobierno en varias regiones que causaron al menos ocho muertos en un choque armado entre civiles en la norteña región de Pando.
Según el presidente Morales, estos ataques han sido instigados por el embajador de Estados Unidos, al que ha expulsado del país, provocando una reacción en cadena en Venezuela, donde Chávez ha hecho lo mismo, y en Estados Unidos, que ha respondido expulsando a los embajadores de ambos países.