El embajador de EE.UU. abandona Bolivia advirtiendo de los "serios efectos" de su expulsión
- Philip Goldberg fue declarado el pasado miércoles persona 'non grata'
- Advierte a Evo Morales que no ha medido los efectos de la decisión
- Los opositores bolivianos levantan los bloqueos como signo de "buena voluntad"
- El lunes tendrá lugar una cumbre extraordinaria de Unasur para analizar la situación
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El embajador de EE.UU en La Paz, Philip Goldberg, se ha marchado de Bolivia tras ser declarado el pasado miércoles persona non grata por el presidente Evo Morales con la advertencia de que su expulsión puede tener "efectos serios en muchas formas que no se han evaluado apropiadamente".
En su última declaración a la prensa boliviana, Goldberg calificó como "un grave error" la decisión de Morales y aseguró que las acusaciones de conspiración vertidas por el Gobierno de Bolivia contra Estados Unidos y contra él son "infamias completamente falsas e injustificadas".
Los opositores levantan los bloqueos
Los opositores autonomistas de Bolivia anunciaron que levantarán los cortes de carreteras organizados en protesta contra el Gobierno de Evo Morales, como señal de "buena voluntad" para intentar llegar a acuerdos para la pacificación del país.
Así lo anunció hoy el presidente del Comité Cívico de Santa Cruz, Branco Marinkovic, quien habló en nombre del resto de organizaciones cívicas de las regiones opositoras.
La violencia en el país se ha cobrado la vida de unas 30 personas en el enfrentamiento armado entre civiles ocurrido el pasado jueves en la norteña región de Pando, que se encuentra en estado de sitio.
El Gobierno de Bolivia había anunciado que detendría al prefecto (gobernador) de Pando, el opositor Leopoldo Fernández, por desacato al estado de sitio, que no ha podido aplicarse plenamente debido a que en la ciudad de Cobija todavía existen grupos armados movilizados.
Cumbre extraordinaria de Unasur
Para Evo Morales, la cumbre extraordinaria que se celebrará el lunes de la Unión de Naciones Suramericanas, supone un claro respaldo internacional a su Gobierno en medio de la peor crisis que enfrenta desde que llegó al poder, en enero del 2006.
"No estamos solos, ni en Bolivia ni en el mundo", declaró este sábado el líder aimara, quien interpretó "la solidaridad" externa como una defensa de "la democracia y la unidad del pueblo boliviano".
La asistencia de Morales a la cumbre de la Unasur aún no estaba confirmada, pero representantes de la oposición boliviana sí han manifestado su intención de estar presentes y han pedido a Bachelet que los acepte, a fin de presentar su cara de la moneda ante los líderes suramericanos.