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Expulsan a once etarras de un juicio en París por provocar altercados

  • Los acusados pertenecen a un red logística que ETA tenía en Francia
  • Ángel Garro fue detenido en noviembre de 2006 como jefe de la red
  • Los altercados han provocado que el juez expulsara a los acusados y sus familiares
  • La red fue descubierta en 2004 y estaba lista para perpetrar atentados

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Los once etarras o presuntos miembros de la banda terrorista que comparecen detenidos desde el lunes ante el Tribunal Correccional de París han sido expulsados de la vista como consecuencia de un altercado iniciado por el supuesto ex jefe del aparato logístico de ETA, Zígor Garro, con los jueces.

Garro, considerado jefe del aparato logístico de ETA cuando fue detenido en noviembre de 2006, fue esposado antes de ser sacado por los gendarmes de la sala, al igual que sus diez compañeros de banquillo, que se levantaron y dijeron que también se iban, cuando el presidente del tribunal, Philippe Vandingenen, anunció la expulsión del primero.

Los familiares han sido expulsados de la sala

El público, integrado casi exclusivamente por familiares y amigos de los doce inculpados en este caso -hay uno que comparece libre, Peio Álvarez, que ha quedado al margen del incidente- también protestaron por la expulsión de Garro, y han sido evacuados hasta el reinicio de la sesión.

Todo ha empezado cuando Garro se ha encarado con Vandingenen, después de que éste hubiera dado cuenta de su vinculación con ETA desde 1996, y en particular de su responsabilidad al frente del aparato logístico desde el arresto en 2004 de su predecesor, Félix Ignacio Esparza Luri.

El etarra, condenado en Francia a siete años de cárcel en rebeldía el mismo día en que fue capturado al sur del país, replicó al juez en francés: "lo que usted ha dicho son mentiras policiales obtenidas por la tortura (...) A usted le traen sin cuidado los hechos".

Reproches por reseñar sus antecedentes durante el franquismo

Previamente, el ambiente ya se había caldeado cuando el "histórico" de ETA Luis Armando Zabalo, "Demonio", también reprochó al presidente que en los comentarios sobre sus antecedentes hubiera hecho alusión a los referentes al franquismo, y sobre todo a su condena en abril de 1974 por un Consejo de Guerra en Burgos.

"No entiendo por qué has hecho mención de lo que hice durante la dictadura franquista", le espetó Zabalo en español al magistrado, antes de preguntarle si es porque "está a favor de la dictadura franquista".

Apostilló que "me está engordando el dossier para que aquélla nos dé más caña", al señalar a la fiscal, Catherine Subita-Minard.

La estructura logística fue descubierta en 2004

Antes de que se produjeran estos incidentes, Vandingenen había dado cuenta de los documentos y el material encontrado en la operación que el 17 de junio de 2004 permitió el arresto de ocho de los juzgados en tres pisos que ocupaban en Limoges, Le Mans y Angers, en el centro y el oeste de Francia.

"Nos encontramos con una estructura logística dirigida por (Ignacio) López de Vergara", resumió el juez el significado de esa operación que permitió capturar a este etarra "histórico", al que ha descrito como responsable entonces del aparato de reserva.

Arsenal preparado para atentar en España

Vandingenen contó que muchos correos internos de la banda ponen en evidencia ese papel de López de Vergara en esos tres pisos, donde entre otras cosas se encontraron dispositivos de activación de explosivos (por ejemplo para bombas lapa) "en perfecto estado de funcionamiento" y que se supone que "estaban preparados para un comando que saliera para España" a cometer atentados.

En el apartamento de Limoges también se encontró abundante material informático que, de hecho, era "la base documental del grupo responsable de la reserva", como dos cargas de memoria "Flash" con las actas de una reunión restringida de la dirección de ETA en marzo de 2004 en la que López de Vergara participó como responsable del aparato de reserva, afirmó el magistrado.

También destacó que en ese piso y en un garaje que sus ocupantes habían alquilado -igualmente con identidades falsas- se encontraron abundantes elementos procedentes de las estructuras de falsificación, cuya dirección en aquel tiempo se atribuye a Garro.

Según la hipótesis que se privilegia en el sumario, los documentos robados o falsificados y materiales conexos formaban parte de "un taller de falsificación" y fueron enviados a Limoges "con carácter urgente" como consecuencia de operaciones policiales que habían conducido al desmantelamiento parcial del aparato logístico.

En ellos se encontraron "numerosas huellas" de la compañera de Garro, Marina Bernadó, que es otra de las que se sienta en el banquillo en este juicio que se reanudará el próximo lunes.