Unos piratas armados secuestran un navío griego en aguas próximas a Somalia

• El buque mercante griego tiene 25 tripulantes a bordo
• El barco fue atacado a unos 320 kilómetros al este de Mogasdicio
• La ministra de Defensa ha ordenado el despliegue un avión de patrulla marítima
• El barco atunero vasco, Playa de Bakio, fue asaltado por 4 piratas el pasado abril 

Un buque mercante griego con 25 tripulantes ha sido secuestrado por piratas armados en aguas frente a la costa este de Somalia, ha indicado el Centro de Información sobre la Piratería. La zona está infectada de piratas y ya se han registrado varios casos de secuestro de embarcaciones.

Noel Chong, portavoz del centro con sede en Kuala Lumpur, que el barco fue atacado a unos 320 kilómetros al este de Mogasdicio cuando navegaba rumbo a Kenia.

El portavoz del centro ha declinado, por motivos de seguridad, facilitar las nacionalidades de los miembros de la tripulación, así como precisar qué tipo de carga que transporta el buque.

Chong ha apuntado que los piratas atacan ahora en las zonas marítimas situadas al este y oeste de la capital somalí. Desde el pasado 20 de julio, trece barcos han sido secuestrados en el golfo de Adén, donde en lo que va de año al menos 55 embarcaciones han caído en poder de las bandas de piratas.

España toma medidas

La ministra de Defensa, Carme Chacón, ha ordenado el despliegue inmediato de un avión de patrulla marítima P3-Orión con noventa militares para realizar labores de vigilancia en las aguas próximas a Somalia y luchar contra la creciente piratería que afecta a los buques en la región.

España ha sufrido la piratería cuando el pasado abril en barco atunero congelador vasco, el Playa de Bakio,  fue asaltado por 4 piratas armados mientras faenaba frente a las costas de Somalia.

En junio, el Consejo de Seguridad de la ONU adoptó una resolución que autoriza a los navíos de guerra extranjeros a perseguir a las embarcaciones piratas en los seis meses siguientes, siempre que antes reciban el consentimiento de Somalia.

Somalia vive en un estado de anarquía y carece de un Gobierno eficaz desde que el dictador Siad Barré fue derrocado en 1991 por diferentes clanes que luchan por el poder en el país, dirigido por un Ejecutivo provisional.